Peces del pasado con músculos del futuro
No ha transcurrido mucho tiempo desde que se presentase la noticia de un fósil cuyas marcas del cerebro evidenciaban una complejidad similar a la presentada por animales parecidos que existen en la actualidad.
Paradójicamente la distancia temporal entre los seres comparados superaría los 500 millones de años. Dicho de otro modo, se trata de una de las primeras especies animales existentes, por encontrarse en los estratos más profundos y aún así es moderna.
Pero no es un caso aislado y otras noticias presentadas en CAFÉ HISPANO lo han mostrado con claridad, a pesar de que la ideología evolucionista mantenga que en el principio la vida debió ser más sencilla, primitiva y precursora de las formas más complejas.
La reciente publicación de una investigación en la revista especializada Science nos devuelve a esta realidad.1 Un equipo internacional de científicos ha analizado un pez devónico fosilizado, de esos que conservan más de lo que cabe esperar.
Dicho pez pertenece a un grupo hoy inexistente, el de los placodermos, llamados así por poseer una coraza de placas protectoras en buena parte de su cuerpo. Al tratarse de restos pertenecientes a peces con mandíbulas de los más antiguos, se esperaba que mostrasen características de estos vertebrados en el proceso de evolución, desde los peces sin mandíbulas (como lo son hoy las lampreas) hacia los que sí las poseen.
El excepcional fósil conserva parte de la musculatura, y esta tiene una evidente conexión con el tipo de movimientos que podía realizar el animal en vida. Los músculos transversales del abdomen se consideraban exclusivos de los vertebrados tetrápodos, es decir, de los terrestres. Ni siquiera serían propios de los peces, porque ninguno de los actuales cuenta con ellos. Así pues, esos músculos no pueden ser una innovación evolutiva reciente. Ya existía, porque estos “primitivos” antecesores ya los poseían.
Este tipo de sorpresas se encuentran con frecuencia. Aisladas parecerían excepciones a la regla. Pero esa supuesta regla parece más bien un artificio alimentado por la escasez de datos. Cuando estos llegan, pensar en un pasado tan complejo como falto de simplicidad se hace digno de consideración.
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Referencias
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Trinajstic, K. y otros. 2013. Fossil Musculature of the Most Primitive Jawed Vertebrates. Science 341: 160-164.
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Foto de: mc2