Columna: Varios caminos y un Camino
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Conocí al iglesia Adventista del Séptimo Día en Chile, mi país de origen, cuando era estudiante de Ingeniería en la Universidad (Nacional) de Chile. El encuentro con Cristo me decidió a dejar la carrera de Ingeniería y estudiar Teología, en lo que hoy es la Universidad Adventista de Chile, entonces Colegio Adventista de Chile. Corría el año 1970.
Pastoreé iglesias en el Sur de Chile y después fui Profesor de Teología, Decano de la Facultad, y Vice Rector académico del Instituto Profesional Adventista en mi país. Dirigí durante cinco años la Radioemisora FM de la Universidad, y obtuve un Diploma de Periodista. Luego enseñé teología en Argentina, donde ahora resido. Fui decano de Estudios de Postgrado en la Universidad Adventista del Plata. También fui decano durante un año en AIIAS, en las Filipinas.
Durante todos esos años dí clases de Biblia a obispos Pentecostales, colaboré en una sinagoga Judía mesiánica como consejero y rabí. Desde hace cinco años enseño Filosofía, Sociología y la cátedra de Ecumenismo en un Seminario Mayor de la Iglesia Católica.
Obtuve el grado académico de Doctor en Filosofía (Ph.D.) en Andrews University, Míchigan. Después de eso obtuve una Maestría en Coaching (Madrid, España) y en la actualidad soy coach, entre otras cosas. Estoy haciendo una formación en Terapia Gestáltica y enseño Filosofía en el mismo Centro Gestáltico, en San Miguel de Tucumán, Argentina.
Mis inquietudes personales, espirituales e intelectuales, me han llevado por muchos caminos, siempre de la mano de Cristo, el Camino. La Filosofía, la Sociología, la Psicología y la Teología son como mi casa. El Espíritu me ha permitido abrir mis ojos a diferentes sendas para tener diferentes perspectivas, y veo la armonía de la Verdad en las muchas miradas.
Creo en la pluralidad de pensamiento. Creo en la libertad de pensamiento. Creo en la unidad de la Verdad en Cristo. Para algunos en la iglesia Adventista, soy liberal. Para algunos en el mundo, soy conservador. No soy ni una cosa ni la otra. No creo en las “etiquetas”, aunque cada uno tiene derecho a su interpretación desde su mundo interior. Las interpretaciones, sin embargo, pueden ser engañosas. Por eso creo que es bueno tener una actitud de apertura, de auto-corrección y de cambio (o crecimiento) permanente. Examinarlo todo y retener lo bueno. Y entretanto, mantener una actitud de diálogo amistoso y fraterno, ofreciendo mis puntos de vista y escuchando a los demás.
Durante más de cuatro años he traducido los comentarios de Escuela Sabática del Inglés al Castellano para Spectrum. He escrito algunos artículos de vez en cuando. Estoy feliz de colaborar con esta publicación desde los comienzos de Café Hispano. Desde aquí envío un abrazo fraterno a todos los lectores, y espero encontrarnos con frecuencia.
Dr. Carlos Enrique Espinosa vive en Argentina y edita la sección de Escuela sabática de Café Hispano.