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Reflexiones en torno al Documento Estilo de Vida y Conducta Cristiana propuesto por dirigentes adventistas sudamericanos

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La agenda eclesiástica de la División Sudamericana DSA, año 2013, indica que en las 10.000 congregaciones de las 15 Uniones se lea y estudie el día de Ayuno y Oración Sábado 09 Marzo-2103, el Documento Estilo de Vida y Conducta Cristiana, DEVCC, aprobado por la Junta Directiva de la DSA. El DEVCC fue elaborado bajo la coordinación de los pastores B. Raso, Vicepresidente de la DSA y R. Siqueira, Rector del Seminario Adventista Latinoamericano de Teología SALT y una comisión de líderes adventistas de todo el territorio. La red de noticias adventistas informó que este documento tiene por objetivo “dejar registrado el camino espiritual que los Adventistas del Séptimo Día entienden que sea el deseado por Dios, a seguir según la Santa Biblia”. El documento está disponible desde febrero 2013 en la pagina http://reavivamientoyreforma.com/estilodevida/

El documento EVCC no define el concepto de Estilo de Vida aplicado. Esto es necesario, ya que el término es utilizado ampliamente en otras disciplinas, tales como medicina preventiva, sociología, publicidad y marketing, y no en religión o la teología. En efecto, en una somera revisión del concepto Estilo de Vida, publicada en la Revista digital “Estilos de Vida Saludable”, 2012, Nº1, pag 7-9,http://adventistaslascondes.cl/revista_salud/ESTILOS_DE_VIDA_SALUDABLE_1ra_E_2012.pdf mencioné que en términos genéricos el concepto ha ido evolucionando, desde un simple listado de conductas humanas, hasta una experiencia condicionada. En efecto basado en la aplicación en promoción de la salud podemos decir que un Estilo de Vida cristiano sería el conjunto de patrones de conductas objetivas de los creyentes, reflejo de los valores y motivaciones del propio sujeto y su congregación, y determinados por condicionantes religiosos, espirituales y socioculturales.

La experiencia laboral me ha demostrado que la adopción de un Estilo de Vida está estrechamente ligados a factores condicionantes socioculturales, que facilitan o obstaculizan la adopción de conductas ideales, tal como ocurre en el ámbito educativo, en la formación profesional, en la prevención de accidentes, en la promoción de salud, en el cumplimiento de tratamientos médicos, y aunque no se haya sistematizado, también en la práctica de la religiosidad. Se reconoce que todo cambio de conducta requiere estar sustentado a lo menos en Conocimientos, Habilitaciones y Motivaciones adecuadas; recursos que la Iglesia Adventista del Séptimo Día IASD también entrega a sus miembros. De estos tres elementos, se ha constatado que la Motivación, con frecuencia constituye el factor de mayor peso de un estilo de vida saludable, de autocuidado y de prevención.

El DEVCC señala dos propósitos normativos y un listado de recomendaciones de comportamientos, frente a lo cual puedo hacer muchas preguntas; desde, la pertinencia de indicarme lo que no debo hacer, hasta la ayuda prestada en el conocimiento y motivación para practicar lo que agrada al Señor, etc. Pero mi preocupación se dirige a 4 aspectos:

A.-Cuáles son las Motivaciones o bases Bíblicas para fundamentar un Estilo de Vida y Conducta Cristiana

B.-Qué comportamientos representarían el Estilo de Vida Cristiano (adventista), ¿los del DEVCC, o hay otro listado?;

C.-A quién corresponde caracterizar el Estilo de Vida y Conductas cristiana, ¿al Sacerdocio de todos los creyentes o a pastores teólogos-administradores?;

D.-La organización o movimiento religioso que se atreve a normar conductas ¿qué hace para la implementación colectiva de estas conductas?

A.-Motivaciones o fundamentos bíblicos para un Estilo de Vida y Conducta Cristiana. El DEVCC propone un listado de conductas particularmente condicionadas por la religiosidad y espiritualidad adventistas. Textualmente lo explica de este modo: “Una vida renovada lleva al cristiano a un alto patrón de comportamiento a través de un estilo de vida que glorifique a Dios, y que evidencie públicamente la fe y el compromiso que tiene con Cristo Jesús”. Esta declaración tiene implícita poderosas motivaciones bíblicas, que mueven al cristiano a erradicar conductas incompatibles con una comunión viva con Dios y a cambiar actitudes y hábitos que alteren el seguimiento de las pisadas del divino Maestro. 1 Juan 2:1-6. Jesús señaló que el gran motor de toda experiencia trascendente es el Amor a Dios, Mar 12:28-30, Deut 6:4,5. Elegimos amar a Jesús, porque Él nos amó primero 1 Juan 4:19. Luego, como nuevas criaturas en Cristo, vamos al Señor a preguntarle ¿cómo quieres que nos comportemos`? y El nos responde que si hacemos algo… “hacedlo todo para Gloria de Dios” 1 Cor 10:31. Luego, las mismas Escrituras añaden que en la adopción de un modo de vida superior: “todo lo que hombre sembrare eso también segará”, apelando a la razón y el entendimiento lógico, para que sembremos para el Espíritu y no para la carne. Gal 6:7-9. Estas son tres motivaciones bíblicas muy significativas, Amar a Dios, dar Gloria a Dios y Sembrar para el Espíritu.

Pero el Documento EVCC propone como fundamento bíblico 1) La restauración de la imagen de Dios en el ser humano; y 2) la misión profética específica de la Iglesia Adventista en el fin de los tiempos. Esta divergencia es aparente, ya que la DSA describe exclusivamente los requerimientos que vienen desde arriba, desde la divinidad, mientras que las tres motivaciones del párrafo anterior son las convicciones que mueven al ser humano (desde abajo). Por lo cual propongo una complementación de ambos fundamentos, religando a Dios y el ser humano. La Restauración de la imagen de Dios en el hombre es la gran obra divina que el Señor ofrece y realiza. Es la gran oferta celestial. Pero no basta con la oferta. Es necesaria la respuesta, disposición y acción voluntaria del ser humano, que con un corazón nuevo por la Gracia de Dios, responde triplemente motivado a cambiar sus comportamientos, procediendo a “amar a Dios”, “dar Gloria a Dios” y a “sembrar para el Espíritu”. Luego, como efecto de esta providencial relación, de ida y vuelta, entre Dios y el hombre, y la consiguiente religación, puedo esperar que sea posible el tan elevado ideal propuesto por el Señor a sus hijos “Sed santos, como Yo Soy Santo” Lev 19:2, 1 Ped 3.15. En ésta complementación dinámica se va cerrando el círculo de la búsqueda humana y la provisión plena de parte de Dios, tal como lo dijo Jehová “Buscadme y viviréis” Amós 5:4

La participación del sujeto invitado a santidad no es solo asentir, dejarse conducir, llenarse de inspiración, sino que algo mas activo y determinante. Es decidir y escoger la práctica de conductas por la Vida y la Bendición, amando a Dios, Deut 30:19. E White lo señala también, “Un carácter noble se obtiene mediante esfuerzos individuales, realizados por los méritos y la gracia de Cristo. Dios da los talentos, las facultades mentales; nosotros formamos el carácter. Lo desarrollamos sosteniendo rudas y severas batallas contra el yo”. (White E. Palabras de Vida del Gran Maestro PVGM pag 266). El gran filósofo y teólogo adventista J. Zurcher lo describe como colaboración mutua. “En realidad la perfección del carácter es el fruto de la colaboración íntima entre Dios y cada ser humano. (Zurcher J. La Perfección Cristiana. Safeliz. Madrid. 2000, pag 136)

El segundo fundamento propuesto en el DEVCC, “la misión profética de la IASD en el fin de los tiempos”, puede ser analizado desde distintas perspectivas. Lo puedo considerar como conductas objetivables de acción misionera y testificación; también triplemente motivadas `por el Amor a Dios, dar Gloria a Dios y sembrar para el Espíritu. Otro enfoque es ver la misión de la iglesia como un contexto motivacional que condiciona conductas austeras, al estilo de Juan Bautista, tal como lo señala el DEVCC.

Sin embargo es bueno recordar que las implicancias conductuales de feligreses integrados a la Sagrada Misión de la IASD están oficialmente consideradas como norma denominacional. Aquí, llama la atención que el DEVCC de la DSA omita toda referencia al Articulo A 15 “Total Commitment to God” del Working Policy de la Asociación General, (Art A-10 “Compromiso Total con Dios” del Reglamento de la DSA). Estos artículos proponen un perfil de conductas para feligreses, pastores, congregaciones, instituciones, uniones y campos, respecto a la integración a la misión de la iglesia, diferente a lo que ahora postula el DEVCC. El “Compromiso Total con Dios” de los feligreses significa que “A cada adventista del Séptimo Día, sea obrero o laico, se le promete el don del Espíritu Santo, que le permitirá crecer espiritualmente en la gracia del Señor y le dará poder para desarrollar y usar los dones espirituales en el testimonio y el servicio”. Esto se demostrará en: 1. Mantener un hogar cristiano; 2. Vivir una vida que se goza en la certeza de la salvación; 3. Usar los dones espirituales que Dios ha dado a cada uno. 4. Dedicar el tiempo, los dones espirituales y los recursos para proclamar el evangelio. 5. Participar en un plan sistemático de crecimiento espiritual. El DEVCC de la DSA, a diferencia del “Compromiso Total con Dios”, no ha considerado la familia, el gozo de testificar, y la mayordomía de talentos y tiempo. Tampoco explicita el servicio, como parte del estilo de vida.

B.-Cuales comportamientos representarían el Estilo de Vida Cristiano (adventista). El DEVCC de la DSA recopila un listado de conductas, con el propósito de aconsejar e incentivar a sus miembros a crecer en la fe, a profundizar su experiencia con Dios, y a avanzar en el cumplimiento de la misión evangélica. Los dirigentes de la DSA indican 8 Recomendaciones:

1.-Vida de Santificación: consagrar a Dios todos los aspectos de su vida.

2.- Crecimiento espiritual a través de la comunión personal con Dios por el estudio de la Biblia, por la práctica de la oración y por el testimonio personal.

3.- Pureza moral del corazón y la mente.

4. Recreación y contenidos de medios de comunicación audiovisuales.

5. Vestimenta, modestia y belleza interior.

6. Joyas y adornos, abandonándolos como reavivamiento y reforma espiritual.
7. Sexualidad humana bíblica en el contexto del matrimonio entre un hombre y una mujer.
8. Salud, cuidado del cuerpo, alimentación y abstinencia de lo que es perjudicial.

De estas ocho recomendaciones, dos no son conductas objetivables, sino que principios valóricos del contexto de Fe. Me refiero a la 1.- Vida de Santificación y la 3.- Pureza moral. Por lo tanto son seis los comportamientos representativos de un Estilo de Vida y Conducta Cristiana para los fieles de la DSA: Comunión personal con Dios; Recreación; Vestimenta; Joyas y adornos; Sexualidad humana y Salud. Salta a la vista que estos 6 comportamientos difícilmente representan el Estilo de Vida Cristiano. Por contraste, es complejo establecer las conductas que reflejen fielmente los atributos y virtudes de los seguidores del Señor que viven en santidad durante su peregrinación en esta tierra.

Tomando en consideración las enseñanzas bíblicas, el Manual de Iglesia, el Working Policy, las 60 Declaraciones Oficiales de la IASD (Congresos y Concilios de la Asociación General 1980-2012) http://www.adventist.org/beliefs/statements/index.html, reconocemos que los 6 comportamientos ya mencionados tienen relevancia y pertinencia espiritual y bíblica, pero son insuficientes, porque no dan cuenta del rol de “Sal de la Tierra” ordenado por el Señor de Mat 5:13. Propongo añadir otras conductas de tan alta significación espiritual y testimonial como las seis anteriores. Estas son:

a.- Cultivar redes sociales virtuosas en la familia, amigos, en comunidad y la congregación. b.-Prestar servicio amoroso a necesitados y pobres.

c.-Cuidar el medio ambiente.

Estos tres comportamientos también tienen base bíblica, son demostración de la restauración de la imagen de Dios en el hombre, son motivados por el Amor a Dios, glorificar a Dios y sembrar para el Espíritu y son parte de la testificación y el servicio.

a.- Cultivar redes sociales virtuosas a nivel de familia, amigos, comunidad y congregación. Frente a la creciente soledad del hombre actual y la precarización de sus redes de apoyo social, los cristianos estamos desafiados a practicar una activa sociabilidad en redes virtuosas, para pasar de pocos a muchos amigos, de familias débiles a familias fuertes y de vida solitaria a vida comunitaria. El amor fraternal es un rasgo del cristiano, Rom 12:10. “La Escritura claramente indica que una característica distintiva de los creyentes cristianos es la calidad de sus relaciones humanas. El espíritu de Cristo incluye amarnos y aceptarnos unos a otros (Respeto por Todas las Personas. Congreso AG, St. Louis, EE.UU. 05-Julio-2005). Desde el Génesis la relación familiar es un valor protegido por Dios. Dos declaraciones oficiales de la IASD dicen “La Iglesia Adventista del Séptimo Día, en esta época de crisis familiar, anima a cada miembro de la familia a fortalecer su dimensión espiritual y su relación familiar mediante el amor mutuo, honor, respeto y responsabilidad”. (Hogar y la Familia, Congreso AG, New Orleans EEUU, 27-Junio-1985; Afirmación de la Familia, Congreso AG, Indianápolis, EEUU, 05-Julio-1990).

Las Escrituras también promueven la amistad cristiana; se nos pide mostrarnos amigos, incluso más unido que un hermano. Prov 18:24. Jesús mismo se presenta como nuestro superior amigo, ya que puso su vida por nosotros y nos ha dado a conocer todas las cosas del Padre. Por consecuencia nos pide reciprocidad en hacer lo que El nos manda. Juan 15:12-15. La integración a redes comunitarias y de congregaciones también son ordenanzas inspiradas. Bíblicamente, la comunidad de creyentes es el contexto para el crecimiento espiritual, nutrirse, expresar dones espirituales, servir, aprender la tolerancia, la unidad y la adoración corporativa. Hech 2:44-47, 1 Cor 12, Heb 10:25. (SDA Theological Seminary. Andrews U. A Statement on Biblical Spirituality. 2011).

Por estas razones, la práctica de una activa sociabilidad en redes virtuosas constituyen comportamientos significativos de quienes aman a Dios, glorifican a Dios, siembran para el Espíritu y aceptan desarrollar un Compromiso Total con Dios.

b.- Prestar servicio amoroso a necesitados y pobres. No hay duda que los nacidos de nuevo viviendo en santidad, sirven amorosamente y con pasión al necesitado y pobre. El Estilo de Vida de los adventistas no sería cristiano sino despliega comportamientos de generosidad y bondad con los postergados y desvalidos de la tierra. La Palabra de Dios, indica que el servicio valorado por el Cielo es algo mas que predicación, es partir el pan de harina de trigo con el hambriento, albergar bajo nuestro techo a pobres errantes (¿función de los hogares de esperanza?), cubrir con ropa de tela (no con literatura) al desnudo y no escondernos (a la sombra de ADRA) del hermano necesitado. Isa 58:7-10. A nadie deja indiferente la objetiva conclusión del gran discurso de Jesús sobre el fin del mundo, de San Mateo 25:31-46. Es el mismo Mesías, Juez, Rey y Redentor quien aplica sentencia basada en conductas observables: dar de comer, recoger, dar de beber, visitar y cubrir al mas pequeño de los hermanos de Jesús, en nuestro entorno terrenal actual.

Hay meridiana claridad en el deber individual de comportamientos de servicio cristiano. Pero la práctica a nivel eclesial corporativa no ha tenido el mismo tenor. Al respecto, líderes de programas universitarios adventistas de Trabajo Social de pregrado y postgrado, legítimamente se están preguntando, si la Iglesia Adventista y la Acción Social son almas gemelas o extraños compañeros de viaje, o ¿cómo la IASD se hará cargo de la Comisión Evangélica de San Mateo 25?. (Jackson G.V. Social Work and Adventist Education, 2000; Pittman S, Drumm R. The Biblical Gounded Framework for Social Work. 2008).

En el 2010 la Asociación General definió convicciones precisas “Los Adventistas del Séptimo Día creen que las acciones para reducir la pobreza y sus consiguientes injusticias son una parte importante de la responsabilidad social de los cristianos”. “Para lograr esto, los Adventistas, asociados con la sociedad civil, los gobiernos y otros, trabajan juntos a nivel local y a nivel global, para participar en la obra de Dios, de establecer una justicia perdurable en un mundo quebrantado”. (Pobreza Global. Congreso AG, Atlanta. EEUU, 03 Julio-2010).

Creo que ha llegado el tiempo para que como organización se mejoren la motivación y habilitación de comportamientos de acción social de los feligreses, en relevantes, múltiples y diversos ministerios de bondad en cada congregación.

c.-Cuidado del Medio Ambiente. Apoc 11.18 advierte que al final de la historia se juzga y condena a los que destruyen la tierra. Las 6 recomendaciones del DEVCC no lo considera. Las Escrituras indican que el ser humano contamina la tierra y puede destruirla Isa 24:5, mientras que una fiel mayordomía de la creación de Dios, tal como fue entregada a Adán, comprende guardarla además de labrarla. De igual modo el Señor instruyó a su pueblo a considerar ciclos de cultivos y descanso de la tierra al séptimo año, Ex.23:10-11. Incluso en medio de guerra o conflictos, los árboles se respetaban, Deut 20:19. Es inspirador ver a Jesús cómo entendía las leyes de la naturaleza y respetaba los seres vivos, las semillas, los rebaños, las aves, las flores y reafirmaba la soberanía de Dios sobre todo ser viviente, porque aunque se vendan dos pajarillos, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre Mat 10:29. A los creyentes nos asiste también responsabilidad en el cuidado de la creación de Dios, integrando a nuestro desempeño diario prácticas que ayuden a mitigar los grandes problemas del desequilibrio y destrucciones de ecosistemas. Por lo cual nos debería interesar ahorrar agua dulce, evitar la contaminación de las aguas y del aire, proteger los bosques, evitar la erosión y desertificación, resguardar los animales, aves y vegetación en peligro de extinción, controlar la polución de la tierra y mares con tóxicos, petróleo y deshechos nucleares, privilegiar energías renovables, ahorrar energía de combustibles fósiles, reciclar deshechos, etc.

El lamento también se dirige a comportamientos inapropiados del pueblo de Israel. “¿Os es poco que comáis los buenos pastos, sino que también holláis con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda; y que bebiendo las aguas claras, enturbiáis además con vuestros pies las que quedan?

Eze 34: 2,4,18. La reacción de la IASD sobre el cuidado del medioambiente ya ha sido publicada en tres declaraciones oficiales. (El cuidado de la Creación y el Medio Ambiente. Concilio AG, Silver Spring, Maryland, USA. 12-Octubre-1992; El Medioambiente. Congreso AG. Utrech, Holanda. 8-Julio-1995; Mayordomía del Medioambiente. Concilio AG,San José, Costa Rica, 10 octubre 1996). Algunos de sus conceptos son: “El progreso genuino, orientado hacia el cuidado de nuestro medio ambiente natural, recae sobre el esfuerzo ya sea individual o mancomunado. Los adventistas aceptamos el desafío de trabajar para restaurar el propósito total de Dios. En este compromiso, confirmamos ser mayordomos de la creación de Dios y creemos que la restauración total se concretará recién cuando Dios haga nuevas todas las cosas. ”

Para las nuevas generaciones de niños y jóvenes adventistas de hoy, el tema medioambiental es un componente de su escenario valórico. Lo importante es que ésto también lo fue para los escritores bíblicos. Por tal motivo es lógico que estos comportamientos se reconozcan como parte del modo de vida del creyente en santidad, para lo cual tendríamos que integrar este cuidado dentro de la mayordomía cristiana.

C.- ¿A quién corresponde caracterizar el Estilo de Vida y Conductas cristiana, al Sacerdocio de todos los creyentes, o a pastores teólogos-administradores?. Sin duda que la autoridad de la Biblia como Palabra de Dios revelada, es la fuente de principios, valores y orientación inspirada para recomendar, regular, estandarizar o normar conductas de los feligreses. En Jerusalén se publicó el primer DEVCC por la participación de los tres estamentos de la iglesia, apóstoles (administradores), ancianos (pastores) y laicos Hech 15: 4-35. Este evento nos enseña que el comportamiento cristiano es un reto que compromete no solo a los teólogos biblistas, sino que a todos los creyentes expertos de ciencias humanas que día a día tienen que resolver la interrelación precisa de práctica, ciencia y fe. En Jerusalén colaboraron Barsabas y Silas y muchos otros laicos en la definición de Estilo de Vida cristiano.

Por su parte, cuando la institucionalidad adventista señala que su gobierno eclesiástico no es episcopal , ni congregacionalista, sino que representativo, entonces se espera que dentro de la IASD el principio de Sacerdocio de Todos los Creyentes se exprese en forma evidente. Pero en la realidad, las Juntas directivas y Comisiones operativas en los niveles organizacionales por sobre la iglesia local, son poco representativas, porque los laicos siempre son menos del 20% de los integrantes. Desconozco cuántos laicos participaron en la redacción del DEVCC, pero seguramente no llegaron al 10%; lo cual desvaloriza el criterio de representatividad con que la IASD se muestra.

Hablar de Estilo de Vida, piadoso, saludable, seguro, ecológico, bondadoso, educado, cristiano, adventista y santo, es un tema bíblico interdisciplinario y multidisciplinario, que sicólogos, sociólogos, antropólogos, médicos, ingenieros en seguridad y educadores adventistas pueden analizar constructivamente con pastores y teólogos. Esto es mas evidente cuando miramos que la práctica de los adventistas bautizados, instruidos en las 28 Creencias, se encuentra alejada del ideal predicado. Esta brecha entre recomendación y práctica es sin duda el mas grave problema que tiene la definición de un Estilo de Vida como norma o regla religiosa.

En la vida cristiana, el proceso de cambio de conducta se acompaña de demostraciones milagrosas de la Obra del Señor en el corazón humano, tales como amar a Jesús, y hablar de Él, cambiar de religión, estudiar la Biblia, orar varias veces al día, guardar el sábado, integrarse a los cultos, etc. Pero los progresos no son totales, ya que la mayoría de los miembros de iglesia tienen un contexto sociocultural que obstaculizan el tiempo diario de comunión con Dios, ser ovolactovegetarianos, controlar la TV e internet, diezmar,etc.

Queda en evidencia que no basta con “mucha oración”, y clamar por “lluvia tardía” y reavivamientos. Hacen falta mas recursos estratégicos, no desarrollados en seminarios teológicos, sino que conocidos y dominados por laicos y misioneros creyentes, expertos en disciplinas de las ciencias humanas, que pueden ayudar a conocer e identificar las barreras al cambio de conducta, y considerar la oportuna integración de factores facilitadores, moduladores y condicionantes.

Por consecuencia, en una próxima actualización y revisión del DEVCC es indispensable, que al igual que en el Concilio de Jerusalén, se integre a laicos como Barsabas y Silas, que en la actualidad, siendo miembros de congregaciones adventistas sudamericanas no fueron considerados en la redacción de la primera versión del DEVCC. Hechos 15: 4,22,23

D.-La organización o movimiento religioso que se atreve a normar conductas ¿tendrá una estrategia de implementación? Lograr un estilo de vida basado en la dictación de una norma es imposible. Una organización madura se hace cargo de todas las implicancias que tiene para sus integrantes y seguidores. Esto es sumamente cierto si se cuenta con información acerca de las barreras y condicionantes socioculturales del cambio de conducta o penetración de innovaciones. La publicación del DEVCC no se hace en un escenario vacío, con receptores inocentes recién nacidos, sino que frente a una congregación con patrones de incumplimientos de normas. Los miembros que diezman, que son lacto vegetarianos, estudian la lección y la Biblia los 7 días, y asisten a la reunión de oración los miércoles, son menos del 30% de los que se congregan los sábados. ¿qué impacto tendrá el DEVCC-2013 sin una adecuada estrategia de implementación?.

El contexto religioso adventista sudamericano actual no está inmune a dos grandes condicionantes socioculturales que inducen incumplimientos, tal como sociólogos adventistas lo advierten con claridad. Por un lado el enorme peso de la cultura de la desconfianza en figuras de autoridad, fruto de la herencia católica-colonialismo-clientelismo-dictaduras, y por otro lado la incursión fácil del relativismo moral-individualismo-hedonismo-bienestar del postmodernismo. ( Cerdá C. “La Misión en contexto de Desconfianza” en Misión y Contextualizacion, Klingbel G edit. E.Univ Adventista del Plata, 2005, pag 23-26). Ambas fuerzas modelan, deforman y obstruyen la vida cristiana y sus prácticas. Por esta causa es imperioso hacerse cargo de las barreras y emprender intervenciones a la medida.

En la promoción de conducta segura, estilo de vida saludable, autocuidado y educación hemos aprendido que antes de publicar una política, norma o estándar aprobado, debemos construir una Línea Base del actual comportamiento de nuestro grupo objetivo, para Identificar las brechas, los factores facilitadores, barreras y el punto de partida. Luego procedemos a una Sensibilización comunicacional; y recién entonces va la Difusión de la norma, junto a medidas de mitigación de las principales barreras. A continuación Evaluamos el impacto de este primer paso, para identificar los obstáculos residuales y el diseño de métodos de remediación. Por ultimo vamos a la implementación de remedios y refuerzos. La IASD sabe de Difusiòn de una norma, y de intervenciones remediales basado en metodologías espirituales y religiosas, que los pastores complementan con recursos cognitivos, motivacionales, de entrenamiento práctico, y de derribamiento de barreras psicosocioculturales. Lo que falta es una estrategia de implementación.

Esta reflexión me incentiva a valorar la importancia de los laicos como “Sal de la Tierra” en la misión de la IASD, ya que el evangelismo organizacional seguirá privilegiando la misión como “Luz del Mundo”. Mientras seguimos participando activamente en la testificación y el servicio, también los laicos pueden levantar su voz para avanzar hacia una nueva eclesiología adventista, donde se haga realidad el Sacerdocio de Todos los Creyentes. Así lo esperamos cuando se actualice el DEVCC sudamericano.

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