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Jóvenes Artistas Crean Mural de la Segunda Venida

Jóvenes Artistas Crean Mural de la Segunda Venida

Los jóvenes artistas Pablo Sánchez y Priscila Rivera hablan sobre el enorme mural que representan la segunda venida que pintaron, donde encontraron la inspiración para el estilo Pop Art que utilizaron, y las reacciones de los transeúntes ante la escena.

Pregunta: En junio ayudaste a crear un mural en una calle concurrida en Ensenada, Baja California, México. El arte callejero que creaste era inusual. Era un mural gigante que representaba la segunda venida. ¿Por qué tú y tus compañeros artistas decidieron pintar este tema? 

Pablo: Pienso que el arte callejero es más común de lo que nos imaginamos, pero el tema que tomamos como base no lo es. Creo que precisamente por eso es que decidimos trabajar en este proyecto: no siempre se tiene la oportunidad de plasmar este tipo de pensamientos, y más un pensamiento que forma parte de nuestra cosmovisión cómo Adventistas.

Priscila: Pintamos este tema porque el hermano que ideó el proyecto quería plasmar un mensaje de esperanza que además reflejara la esencia del adventismo. 

¿Quién te pidió que pintaron el mural? ¿A quién pertenece la pared en la que se pintó?

Priscila: Luis King, un hermano adventista de Ensenada, nos pidió que pintáramos el mural. La pared pertenece a su hija, quien anteriormente la rentaba para anuncios comerciales. Sin embargo, ambos decidieron colocar algo con relevancia y trascendencia espiritual, incluyendo en el mural el contacto de la iglesia local. 

¿La iglesia adventista local encargó el mural? ¿Eligieron el tema?

Priscila: El proyecto surgió como un esfuerzo conjunto de Luis King de Ensenada, la Conferencia de Baja California y la Unión Mexicana del Norte. Más adelante, la iglesia local se sumó y colaboró con el proyecto. Se eligió el tema de la segunda venida, para compartir nuestra fe y nuestra esperanza con la comunidad.

Ambos son excompañeros del programa de artes visuales de la Universidad de Montemorelos, y pintaron el mural junto con su exprofesor Luis Medina. Han trabajado juntos en proyectos antes. ¿Puedes hablarnos un poco de estos proyectos? ¿Cómo empezasteis a colaborar juntos? ¿Tienes visiones artísticas similares?

Pablo: Si, ya habíamos trabajado con anterioridad en otros murales, los cuales habían formado parte del plan de estudios de la carrera, además de proyectos personales, y tenemos una amistad más allá del ámbito estudiantil lo que facilitó que empezáramos a colaborar juntos. Nuestras visiones artísticas son muy diferentes, pero siempre llegamos a un punto medio, donde podemos trabajar sin ningún inconveniente.

Priscila: Ha sido inevitable trabajar juntos, ya que Pablo y yo fuimos los únicos miembros de la generación 2022 de nuestra carrera. Además, el profesor Luis era nuestro Director y uno de nuestros maestros más cercanos, por lo que pudimos trabajar con él en la elaboración de otros murales y en los proyectos escolares. Lo curioso del caso es que los tres tenemos estilos completamente diferentes, pero a la hora de colaborar, siempre hemos congeniado con facilidad, generando ideas con las que todos estamos de acuerdo. 

Proceso de pintar el mural | Foto cortesía de Priscila Rivera


Cuéntame sobre el estilo del mural. El tema es inusual para el arte callejero, pero el estilo se siente familiar. ¿De dónde encuentras la inspiración?

Priscila: El estilo es Pop Art. Fue un movimiento artístico del siglo XX, y actualmente lo vemos con frecuencia en letreros e ilustraciones. Se caracteriza por sus colores estridentes, tales como amarillo, turquesa, fucsia y naranja. Para inspirarnos para el mural, elegimos una paleta de colores que fuera llamativa, tomando así una gama de colores complementarios que vemos en el Pop Art, y traduciéndolos en escenarios que representan Ensenada. 

Pablo: Creo que lo único que lo hace diferente es el tema, es muy raro ver murales que su tema principal sea un mensaje religioso, y tuvimos muchas fuentes de inspiración, como pasajes bíblicos, y los paisajes de la ciudad de Ensenada, elementos como la costa y los cerros fueron de vital inspiración para la creación del mural.

¿Cuánto tiempo te tomó crear el mural? ¿Cuánto tiempo trabajaste todos los días?

Pablo: Estuvimos una semana completa, de los cuales cinco días fueron para pintar, con un promedio de cinco a seis horas diarias.

Priscila: Trabajábamos todo lo posible por las mañanas y por pequeños períodos de tiempo por la tarde, ya que el sol nos daba directamente, y también porque todas las tardes se instala un negocio de comida móvil que bloquea un fragmento del muro.

¿Qué materiales usaste?

Pablo: Los materiales que ocupamos fueron brochas, rodillos, pinceles, y pinturas acrílicas entre otras cosas.

¿Lo bosquejaste todo de antemano?

Priscila: Sí, hicimos varios bocetos antes de pintar. Teníamos que disimular una ventana que está a la mitad de la pared, y no queríamos que fuera llamativa, por lo que el fondo lo pensamos para que quedara oculta, dentro de lo posible. 

¿Qué reacción obtuviste con el mural?

Priscila: A la gente le gustó. Fue impactante para nosotros porque los automovilistas se detenían para expresar su gusto por la pintura, o nos gritaban desde la calle que estábamos haciendo un buen trabajo. Incluso hubo una camioneta que se detuvo, solo para que toda una familia nos aplaudiera desde dentro.

¿Qué tipo de arte te gusta hacer tú mismo?

Priscila: Trabajo con óleo sobre lienzo, y mayormente hago retratos, aunque también me agrada el arte surrealista. 

Pablo: Hago de todo un poco, me gusta el dibujo, la pintura monumental como en los murales, pintura tradicional, también manejo la escultura, y el grabado.

¿Cuál es la diferencia entre el arte callejero y el grafiti?

Pablo: El arte callejero es muy amplio y engloba diferentes técnicas, entre ellas el grafiti, una de las diferencias es que el grafiti comenzó como una forma de protesta y se volvió ilegal, porque se plasmaban sobre lugares no destinados para esto, aunque en la actualidad esto sigue siendo casi igual, el arte callejero cambió el concepto de ilegal y lo transformó como medio de expresión artística, pero los dos no dejan de ser arte.

Priscila: El arte callejero busca integrarse a la arquitectura del lugar donde se realiza, mientras que el grafiti consiste en hacer un icono o algo visualmente atractivo.

Vista completa del mural en proceso | Foto cortesía de Priscila Rivera


¿Cómo crees que este mural es un testimonio efectivo? ¿Crees que más iglesias deberían usar el arte urbano como testimonio?

Priscila: La imagen tiene elementos clave de nuestras creencias como adventistas, que pueden ser inquietantes para quien no conoce su significado: hay tumbas abiertas, y un inmenso remolino de nubes del que surgen ángeles con trompetas. Además, el escenario representa el paisaje de los alrededores de Ensenada, por lo que los lugareños pueden sentirse identificados y a la vez intrigados.

Creo que más iglesias deberían implementar diferentes formas de predicar. En este caso, se impacta a la gente sin necesidad de palabras, además de que queda como un testimonio permanente. 

Pablo: Definitivamente es un manera muy efectiva de dar testimonio de nuestras creencias, muchas veces las personas no tienen el tiempo de escuchar un sermón, o simplemente el estár sentados escuchando una predicación los aburre, no los cautiva y no despierta su interés, pero cuando el mensaje está en una imagen, el impacto visual es inmediato, no hace falta que se detengan varios minutos para comprenderlo, con unos cuantos segundos es más que suficiente para que el mensaje llegue a ellos, o por lo menos despierte su curiosidad. Muchas personas se acercaban a preguntarnos de qué trataba el mural, o qué representaba, y su reacción siempre fue positiva. Claro, las iglesias se deberían preocupar por expandir la forma de dar testimonio, y el arte es una forma completamente efectiva.


Pablo Sánchez y Priscila Rivera se han graduado este año en el programa de artes visuales de la Universidad de Montemorelos. Pablo trabaja ahora en un taller de artes gráficas, y produce obras de arte personales en su tiempo libre, y planea tener una carrera como artista a tiempo completo.

Priscila trabaja en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Montemorelos, en simulación clínica. Trabaja para implementar el arte en la medicina, desarrollando material didáctico para los estudiantes. En su tiempo libre pinta obras por encargo.

Alita Byrd es la editora de entrevistas de Spectrum.

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