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Cenicienta aún cree en su príncipe o “El Señor viene” 1 Cor.1:22

La esperanza central de mi existencia

 

El Señor viene. Lo creo con todas las células y microorganismos de  mi ser. Lo afirmo y lo confirmo. Lo llevo grabado en mi mente. No es una simple teoría más. Es un tatuaje neuronal. No es una incógnita. Es una ecuación resuelta. Es una fórmula formulada en la Antigüedad. Me ilusiona. Me determina en mi práctica relacional. Lidera mis emociones. Libera en el olvido las actitudes negativas. El rencor y el odio se desvanecen como la memoria enferma de Alzheimer. El amor y la paz se llenan de presencia luminosa como Helios al mediodía. Me fascina. Me apasiona ese encuentro. Enigmático que no problemático. Lo espero.

 

 Cada sábado acudo con esperanza a las primicias de dicha cita, en el devenir histórico de mi leve existencia. Plenitud gozosa llamada bendición sabática. Fraternidad. Carbón encendido al calor de la llama eclesial. Shekina esperada y liberación espiritual promulgada.

 

 Se trata de seguir transmitiendo el legado heredado por el último apóstol. Su último grito, hecho escrito, testamento de su voluntad moribunda: “ven, Señor Jesús.” Ap. 22,20. Meta y punto de partida al unísono. Deseo presente y realidad escatológica. Transformación vivida en presente histórico o resurrección esperada. A o B, pero nunca C, aniquilación en la nada. Si somos cadáver antes de su Venida, entonces seremos resurrección recreada, en un pestañear de párpados caídos en oscuras sombras terrenas dejamos de ser, y en pupilas abiertas a paisajes paradisíacos de eternidad nos alegraremos en el océano de la ternura divina.

 

La antorcha profética debe permanecer alumbrando a la “Caverna Mediática” de aquí, y de allá, mientras tras cada tormenta salga en el horizonte el Arco iris prometido a Noé. La aldea global se desgarra por dentro en busca de soluciones a sus padecimientos. De ahí la necesidad de comunicar a las gentes la Segunda Venida.

 

 Hay alegría entusiasta al compartir las enseñanzas de la espera activa, y comprometida, como expresa el slogan apocalíptico apuntado: “Ciertamente vengo en breve. Así es. Amén” Ap. 22,20. Este se nos ofrece en cuanto que revelación de “Jesucristo el testigo fiel”. Él desea que sea un  lugar común, y compartido por todas las denominaciones cristianas. Esta declaración de principios tiene un destino ecuménico. Esto nos puede dejar estupefactos o pasmados. Ahora bien, nuestro Dios tiene pretensiones globales en lo que respecta a semejante acontecimiento: su Venida en “las nubes” Ap. 1,7  Anuncia  que será pública. Promisoria. Notoria. Imprescindible sin lugar a dudas.

 

Mis interrogantes sobre la Segunda Venida

 

Quisiera compartir algunas preguntas que acarician mis pensamientos. Sé que interrogarse por el tema de las señales de la Segunda Venida es pertinente. Tal y como se enseña en las facultades de Filosofía, al saber se llega por aproximaciones sucesivas. Solo lo que nos preocupa y ocupa merece elevarse a pregunta. Así dibujamos en nuestro imaginario colectivo un espacio de búsqueda e investigación compartida. Son preguntas que no están pensadas para ser respondidas sino para abrirnos al enamoramiento interpretativo de dicha cuestión. Va de verdad. Las enumeraré a continuación:     

¿Cómo dar esta noticia, la Segunda Venida, auténticamente sin que suene a cuento de hadas con final feliz? ¿Cómo puede Cenicienta, nuestra iglesia, esperar la boda con su príncipe, Jesucristo, cuando está encerrada, y aparentemente, indefensa en casa de la madrastra, el reino de la maldad visible? ¿Cuándo vendrá el Príncipe para llevarla a su ciudad donde hay ríos de felicidad cristalina? ¿Qué cara pondrán sus hermanastras- otras denominaciones cristianas- que ocupan afectos mediáticos – más preponderantes – para vender la exclusiva de la no venida? ¿Cómo creerla y emocionarnos con ella, al igual que un niño con sus cuentos preferidos? ¿Cómo anunciar esta noticia profética sin manipularla después de dos milenios? ¿Cómo afrontar la manipulación de los medios de comunicación de masas respecto de dicha promesa divina?  ¿Cómo validar hoy la palabra profética? ¿Cómo afectó a Jesús de Nazaret ser tildado de profeta apocalíptico? ¿Qué impacto tiene esta esperanza de Cristo resucitado para mí? ¿Cómo afecta a mi prójimo que yo tenga necesidad de ser testigo del “Testigo Fiel y Verdadero” Ap. 3,14? ¿Cómo percibo la imagen de la Bestia? ¿La percibo de manera bestial en la dimensión histórica, o la analizo más en la dimensión socioeconómica, y su creciente intensidad por acentuar la desigualdad? ¿Faltan señales por situarse en una línea del tiempo, o las señales son señas de identidad permanentes en la lucha entre el bien y el mal tanto a nivel personal como global? ¿Debemos esperarlas con un esquema de cumplimiento moderno de la historia, o podemos vivenciarlas en un paradigma explicativo postmoderno? ¿Qué nos supone como adventistas explicar la Segunda Venida en lenguaje postmoderno? ¿Me despierta o me permite seguir durmiendo a la espera de la gran señal dominical? ¿En qué aspectos debo hacer énfasis para que la Segunda Venida se convierta en el mejor regalo con el más bello, y adecuado, papel de envoltorio? ¿La presento de manera catastrofista, o como la liberación de las catástrofes televisadas? ¿Creo y apelo al juicio de Dios ante la locura y la crueldad humana, para que las remedie de una vez por todas? ¿Veo las lágrimas de un bebé enfermo, y me digo que pronto serán gotas marinas de alegres carcajadas, expresión manifiesta de su perenne estado de bienestar? ¿Puede el Espíritu Santo desenredar el ovillo de engaños que el Engañador ha entretejido sobre este tema en su maldito laberinto? ¿Por qué se puede vivir como si no fuera a venir nunca, y se habla como si debiera de venir pronto? ¿Puede esa atmósfera ser un engaño o un mero mecanismo de defensa para no caer en la desesperanza?

 

La dificultad de ser testigo de la Segunda Venida en la aldea global

 

No tengo demasiadas respuestas. Vivo en mundo complejo.  Las imágenes de las pantallas aspiran a ser el criterio de la realidad. Se interpreta la verdad desde lo afirmado por los mass-media.  Así funcionan las telecomunicaciones. Son aspiradoras de nuestro tiempo real. Se convierten en un alter ego. Todo el lenguaje de la fe puede quedar cuestionado por la presencia de dicho paradigma interpretativo. Ilustraremos este conflicto entre el reino de lo visible y de lo invisible aludiendo a un especialista crítico como I. Ramonet. Él analiza el poder del lenguaje visual, y sus consecuencias fatídicas. Vivimos en la época del homo videns lamentablemente dirá el intelectual italiano G. Sartori.

 

 Sin más dilaciones veamos las dificultades de los tiempos en los que nos encontramos, según Ignacio Ramonet en su libro La tiranía de la comunicación.

 

En primer lugar, se toma como verdad lo que muestran los media en forma uniforme, y en presente directo. Imposible comunicar la Segunda Venida así porque pertenece a lo que ha de acontecer. Nosotros al anunciarla hablamos de futuro, e invisibilidad al ojo humano. Primera desventaja para el hombre contemporáneo. Suplida por el indecible trabajo del Espíritu que convence al ser humano. Lo alumbra hasta lo más recóndito de su corazón.  Se convierte en código, canal y decodificador en uno. Grita socorro en nuestro favor. Me lo imagino como al copiloto de Kubica pidiendo ayuda para salvarle la vida. Difícil tarea e ingrata por lo terrible de la situación.

 

En segundo lugar, se presenta la verdad en base al testigo del acontecimiento que posibilita la comunicación tal y como ocurre, por ejemplo, en estas cadenas (CNN) y (MTV). Aquí podemos acercar la idea del testigo apostólico, Juan. También nosotros hemos sido llamados por el Testigo Fiel y Verdadero. Esta experiencia vital se desarrolla en Apocalipsis. Debemos asumir la vivencia religiosa como el modo más inmediato de manifestar a los nuestros, y a los demás, la vigencia de lo creído. El testigo es el que muestra. El testigo no solo es mensaje sino canal comunicativo. Según Paul Ricour, sin testimonios el lenguaje religioso carece de sentido. El testimonio narra lo visto en lo contado mediante la fe. Pablo dirá “creí por lo tanto hablé”. Somos relevos históricos de la última promesa apostólica. Hemos de devorar los pastos escatológicos del Apocalipsis para saciar nuestra ansia en la esperanza del día del Señor.

 

En tercer lugar, la verdad estadística en términos de audiencia tiene su importancia en los medios de comunicación de masas. ¡Qué se lo digan a los chicos de esta última edición del programa televisivo “Operación Triunfo”! La cadena lo ha retirado a mitad de edición por falta de audiencia. No han pestañeado lo más mínimo ni les ha importado destrozar los lagrimales ni las ilusiones de los concursantes. También a lo largo de las Escrituras se nos advierte que no serán muchos los que esperen despiertos su Promesa. Quizá por ello para nosotros este mensaje debe cobrar presencia revelante en nuestros cultos. Y por supuesto, en  nuestra labor comunicativa de buenas noticias. El gusto del auditorio no puede condicionar la estrategia de la promesa ofrecida. Ha de ser nuestro imperativo categórico. Parafrasearé a Kant, actúa de tal manera que la máxima de tu acción pueda ser validada a ojos del Eterno en cualquier circunstancia, y lugar, en lo concerniente a ser fiel a su Venida en gloria. ¡Que tu máxima, esperarlo activamente, se pueda convertir en juicio universal! Sé semejante en tu actuación a Noé. Haz de la contracorriente espiritual tu moda, tu estilo, y tu destino. No condiciones la verdad de tu espera al número de creyentes que lo secunda.

 

En cuarto lugar, se destaca como verdadero el mensaje en función del rostro del presentador. Este nos es familiar. Hay empatía con ella o con él. Ejercemos confianza en su persona. Su narrar y su look nos seducen. Esto nos enseña que aquí también debemos ganarnos primero la confianza de la persona para expresarle nuestra verdad sobre la plena confianza que tenemos en el seguro regreso de Cristo. No podemos decirlo sin un marco de empatía porque podemos provocar rechazo e incredulidad innecesarios por nuestra torpeza comunicativa. La Segunda Venida es la culminación en la historia de la salvación. Datamos antes y después de Jesucristo. Sería interesante descontar más que sumar los días o los años que faltan hasta Jesucristo. Ver su rostro lleno de empatía mirándonos y comunicándose afectivamente con nosotros sus hijos e hijas. Genial. Me enamora la descripción de Ap. 1. Ser transformados como Moisés que puso su mirada en el rostro invisible de Cristo para sostenerse firme en su misión.

 

A nivel religioso, aunque nos pese admitirlo en términos sociológicos, y estadísticos, mediante estudios de religiones comparadas, y pese al gran crecimiento histórico que hemos tenido, somos como el Tercer Mundo a nivel de imágenes. No somos sujetos emisores de noticias preponderantes sino más bien objeto de noticias dignas de un documental. Entiéndase el símil. Podemos generar simpatías “turísticas” por nuestras propuestas alternativas, (reforma prosalud, modelo educativo, ADRA…)  o tal vez generar antipatías “perennes” por nuestra especial manera de explicar la exclusiva de la Segunda Venida. No hay que olvidar que es una enseñanza cristiana judaizada, o una enseñanza judía cristianizada. En todo caso nuestras hermanastras, la iglesia católica, las iglesias evangélicas, el judaísmo…sí que son emisoras de imágenes potencialmente con mayor capacidad de captar la atención, y por lo tanto, la consiguiente credibilidad del telespectador, nuestro prójimo. Siempre nos quedarán las palabras cariñosas de Jesús llamándonos “manada pequeña”. Ahora bien, debemos invitarlas a recuperar la Promesa enunciada en sus credos. No importa tanto nuestra iglesia como denominación sino que esta voluntad de Dios sea anunciada a la sociedad por todos los creyentes. ¡Que la aldea global quede apercibida de lo que se avecina! Lo importante es que se sepa no quién lo comunique.

 

 En otro orden de credibilidad aparece el telediario como la información del pobre de espíritu intelectual. A menor nivel socioeconómico y cultural más se cree a pies juntillas lo que allí se diga. Estamos situados ante legión. No son buenos tiempos para la clase media ni de Europa ni de otras latitudes. ¡Qué curioso! Además, en clases bien formadas universitariamente, pero con escasa incorporación al mundo laboral o con contratos precarios, se ha generado un efecto de desencanto utópico. Se genera indiferencia y escepticismo hacia el sistema y sus voceros. Se busca la evasión como forma de escapismo, sin importar la realidad ni su discernimiento entre lo verdadero, y lo falso.  Difícilmente un telediario anunciará la Segunda Venida como la gran verdad y solución a tantos problemas, pero quizá como Noé, los creyentes que seamos testigos de dicha espera seamos convertidos en noticia.  Quizá a través nuestro obtenga la promesa los titulares de las webs, y de las primeras páginas de los informativos.

 

En la década de los 90 del siglo pasado, EEUU controlaba el 80% de las imágenes emitidas en el mundo. La preponderancia informativa de los intereses norteamericanos era más que evidente. En este marco somos y nos movemos como iglesia. Se puede ver como un hándicap, o como una característica que nos capacita con un plus en una sociedad globalizada, influenciada por dicho paradigma mediático. Es importante la difusión que ha tenido la cultura blanda estadounidense en nuestro estilo de vida. También nuestros pioneros esperaron en 1844 en dicho país ver al que ha de venir. Y pese al gran chasco, difundieron con optimismo pragmático lo que hoy creemos en muchísimos países del globo terráqueo. Esto es que Cristo viene. Esta es la imagen y el sello que como adventistas debemos emitir cada uno de los días de nuestra vanidad. Este es el consejo de Cohelet. Es tiempo de espera evangelizadora. La  preponderancia de Internet puede expandir como la pólvora dicho mensaje occidental y judeocristiano. Pertenecer al imperio comunicativo tiene sus ventajas.   

 

Las señales de la higuera

 

Daremos  un giro en nuestro discurrir sobre el tema tratado, a fin de centrarnos en las señales de la Venida, y explicitarlas para  nuestro tiempo. Con dicho propósito citaré dos citas de I. Ramonet, valga la redundancia:

 

1ª) “Sólo lo visible merece la información. Lo que no es visible, y no tiene imagen no es televisable, por tanto, no existe” p. 193

 

Hay iglesias que sacan a pasear a sus imágenes para ser visibles por el televisor, y existir a nivel político, social, y ritual. Nosotros siguiendo el mandamiento de la Torá no competimos en igualdad de condiciones. Es una ironía del destino. Es curioso como vende en este país nuestro la religión del Cristo sufriente. También la última película de Mel Gibson La pasión de Cristose recrea en escenas en la línea de la siguiente cita del autor mencionado. Se trata de elevar el sufrimiento a la categoría de espectáculo.    

 

2ª) “Las agencias de imágenes saben que las informaciones rentables son como los yacimientos de oro…los yacimientos informacionales rentables son aquellos que tienen tres dimensiones: violencia, sangre, y muerte …Toda información que cuente con ellas se vende automáticamente” p.148

 

Es digna de relacionar esta cita con otra escrita por el apóstol Pablo a Timoteo sobre el carácter de nuestros contemporáneos, y de los suyos, en 2ª Ti. 3, 1-9; 13. El ser humano vive al ritmo de sus deseos más desenfrenados, y voraces. Su descripción deja mucho que desear de lo que sería la llamada educación moral, ética, pro Derechos Humanos, o de educación en valores espirituales enunciados en Gálatas 5, 22: amor ágape, gozo, paz, paciencia, dominio propio, bondad, fe, misericordia…Más bien al contrario, la corrupción de la naturaleza humana sufrirá a seres humanos amadores de sí mismos, malos hombres que irán de mal en peor engañando y siendo engañados. Adictos al incumplimiento de promesas políticas. Narcisistas enganchados a los efectos de la egolatría. Mafiosos del bienestar privativo con reserva de admisión. Avaros, crueles, traidores, estafadores encorbatados en glamour -como los ejecutivos descritos en la película Wall Street, provocadores de tsunamis económicos. Especuladores de profesión, y  esclavistas de vocación. Destructores de los sistemas distributivos del bienestar socioeconómico. Acerca de sus desmanes cada día somos informados en la red y por los telenoticias. La serpiente cambia de piel pero no de naturaleza. Así reza un viejo dicho soviético.

 

Como muestra un botón. Tiempos peligrosos los de los últimos días de nuestro planeta, según Pablo, y cómo no, según los telenoticias al estar en manos de semejantes irresponsables, seguidores de los principios del padre de mentira, sepultureros de los afectos del corazón. Primera gran señal descrita también en 2ª P. 2 y 3, 3-5

   

Otra señal es la de los creyentes descreídos en la Segunda Venida. Al hilo del texto de Pedro ya citado, se expresa este hastío así: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” 2ª P. 3, 4

 

-Vivimos en la época del pensamiento débil y mediatizado por la revolución tecnológica de las pantallas. Se produce anemia reflexiva. Se minimiza la lectura. Esto afecta incluso a la lectura de las Escrituras. Se puede llegar a menospreciar la enseñanza bíblica. Quizá peligre el “Escucha, oh  adventista, el Señor viene…” Perdón por el atrevimiento al parafrasear el sema. Pedro dirá que “El Señor no retarda su promesa… sino que “el día del Señor vendrá como ladrón en la noche” 2ª P. 3, 9-10. Por todo ello, y pese a la opinión generalizada de que tarda demasiado en venir, según nuestras urgencias, podemos afirmar lo siguiente:

 

1-Dios no dejará a esta generación en lo absurdo de su no presencia porque nos dejaría sumidos en la tristeza,  y melancolía existencial. Él dará la orden, y nosotros hemos de levantar nuestra mirada al cielo. Así despegaremos definitivamente del valle de enfermedad y muerte.

 

2-La resurrección de Cristo fue manifestada durante cuarenta días en diferentes lugares, y ante diferentes testigos, para que creyeran pese a las dificultades provocadas por el imperialismo romano que valía la pena pelear la batalla de la fe. Los transformó en epístolas vivientes por el poder del Espíritu derramado en un ambiente como el de Pentecostés. Feliz yo que creo por el testimonio de ellos sin verlo.

 

3-Según Primo Levi en su obra Si esto es un hombre se dispone a destacar la importancia de“El testimonio (…) es dado así por quien (…) siente que hay, más allá del reino infernal, siempre un  reino del bien, puro e incontaminado, en el cual el hombre tiene la posibilidad de residir. De este ve la prueba viviente en el mundo-los testimonios- a través de las figuras de los buenos, y de los sabios, de los fuertes (…) la idea de este reino es la que permite la vida civil, el lenguaje cotidiano, la ayuda recíproca y la justicia” tal y como cita Irene Kajon en su obra El pensamiento judío en el siglo XX  p. 25.

 

También describe el concepto de que “testimonio es aquel que está inmediatamente seguro, hasta su propia intimidad, de una verdad que parece remitirlo a un más allá respecto al tiempo, y a la finitud humana”   p. 24 ídem.

 

 4-Es decir, creo honestamente que las señales del fin de la historia humana están expresadas en constante vigencia para que esperar sea un acto de fe activa. Veladas o descritas de otro modo nos llevarían a ser un tipo de testigo indiferente e interesado. Como el de la parábola descrita por Jesús que se cansó de esperar y comenzó a maltratar a sus conciudadanos. Quizá nos movilizaría más el egoísmo de la futura recompensa que el anunciar a otros la Segunda Venida como un acto de amor incondicional, y posible en nuestro tiempo. No ha dejado de haber un pueblo en la historia del cristianismo que no pensase que Cristo podía volver en su época. Ejemplo tenemos en Lutero, y la amenaza turca, o nuestros pioneros de 1844. Quizá cuando pensemos mayoritariamente en una espera pasiva, cambiando el viene por el vendrá, entonces nos sorprenderá como relámpago furtivo…

 

5-Guerras entre Oriente y Occidente, catástrofes, conferencias de paz, falsas apariciones mesiánicas, y todas las señales de Mateo 24 enfatizan un paralelismo con el tiempo de Noé. Esto será sorpresivo incluso para los escogidos. ¡Ojo avizor! ¡Peligro!

 

6-Actualmente el énfasis en intensidad del sufrimiento humano se multiplica hasta el punto que hasta una marca de bebida refrescante alude a la comparativa optimista entre la producción de tanques y de peluches, para contrarrestar el efecto de pesimismo generalizado instalado en la sociedad española. ¡Mamma Mía! Caminamos hacia la sociedad europea del estado de malestar permanente, ya que ni la jubilación digna será posible. La angustia de Jacob no es ya una exclusiva colateral de los continentes como África e India. Ahora hay otros con su llamado 4º mundo, y este aumenta exponencialmente en Europa.

 

7-Todo el discurso de Jesús me pone alerta para que sospeche hasta de mí mismo. Traigo a colación el caso de la negación de Pedro. Él afirma que el “Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperéis” Mt. 24,44. Los discípulos se durmieron en Getsemaní, y de las vírgenes ya ni te cuento. Podemos aprender de Karl Barth y su teología negativa. No importa tanto el cómo será el cuándo sino el porqué de la cuestión, y el para qué. Teología de la sospecha más que filosofía de la sospecha. Examínalo todo y retén lo que edifique la buena fe en la oportuna espera.

 

8-Creo que el aviso va en la línea compasiva de Dios al igual que con la sociedad diluviana. Solo hubo una familia “justa”. Quiso encontrar testigos a la manera descrita por Primo Levi, y se encontró con una humanidad que lo había declarado superfluo, o sinceramente lo había desterrado de sus intereses cotidianos. Hijos de Caín. Cainitas. Es momento de hacer nuestra la declaración de misión de Josué. La actualizo. Mi familia y yo serviremos a YHWH mientras el día amanece y se disipan ya las sombras de la Espera. Señor, quedamos unos cuantos que no queremos inclinarnos ante las exigencias del sistema de los baales. ¡Socórrenos! Susténtanos como a Elías con tu constante cuidado.

 

9-Quizá nosotros debamos construir “el arca” de la venida. A mí llover no me sorprende, pero no poder precisar a otros creyentes con pelos y señales cuándo vendrá Cristo, nos puede suponer una relajación en nuestra actividad de anunciar la gran y última verdad revelada. Se trata de vivir como si fuese hoy el día de la gran boda entre Cristo y su esposa. ¡Qué nuestro pensamiento se establezca en dicha mentalidad cosmovisional.

 

 10-Como Noé, el mundo seguirá con las señales descritas de Mateo apagando incluso nuestro amor por la Segunda Venida por muy privilegiados, y escogidos que nos creamos. Nadie vence al sistema a no ser que creamos como  Moisés, Caleb y Josué que vale la pena enseñar, y educar al pueblo para su liberación. Esto solo será posible si estamos enamorados del Invisible, y ponemos la mirada en la pantalla de la fe.

 

11-Como Noé, ocuparse y preocuparse por construir lo mandado era toda su posibilidad. Quiero pensar que Cristo viene porque sufre cada vez más el padecimiento de los seres humanos, y ve que estamos cada vez más enchufados a la violencia desenfrenada, y a la precariedad humana. Parecería que Sodoma y Gomorra serían hermanitas de la caridad en comparación con la devastación habida en el S. XX. Nunca el hombre ha sido tan lobo para el hombre ni ha contado con tanta tecnología para hacer la guerra.

 

12-Como Noé, las fuentes de degradación del Planeta crecen en intensidad mediática, y con el cambio climático, incluso nos acercamos más a los efectos descritos en Ap.16 al ser vaciadas las copas. Curiosamente se cita Mt. 24. en dicho capítulo bajo el símil de la Venida como ladrón. Feliz el que está conservando su ropa. Malos tiempos para el nudismo edénico. Es decir, se trata de mantener con uñas y dientes, el testimonio de la profecía, y la fe  de Jesús. El retorno glorioso. La verdad presente, y la espera inminente debe ser la auténtica praxis adventista.               

  

 La Segunda Venida en lenguaje postmoderno

 

Construyamos “el arca acerca de su Segunda Venida” mediante slogans. Seamos creativos. Aprendamos de la publicidad a comunicar el mensaje, o a ofrecer a otros el producto adecuado al caos instituido.

 

 Me gustaría acabar este artículo de manera heterodoxa y revolucionaria. Yo también nací en julio que no en el mayo francés del 68. Época de hastío, tedioso aburrimiento, y pocas posibilidades de cambio, hasta que los jóvenes creyeron que aquella primavera hablando por los boulevards, y encerrándose en la Sorbona, podían transformarse a sí mismos, y a su sociedad. Quizá nosotros como adventistas estemos llamados a violentar las conciencias silenciadas por el pesimismo emergente. No olvidemos que será el apóstol de Patmos el que diga en una de sus cartas que su mensaje va dirigido especialmente a los jóvenes porque sois fuertes, y habéis vencido al Maligno. Es por ello que a imitación del lenguaje de los jóvenes del Mayo francés del 68 cierro esta reflexión.

 

 Jóvenes os escribo estas frases parafraseadas para que os revolucionéis emotivamente con la Segunda Venida:

 

1.     Prohibido no venir.

2.     La Venida al poder.

3.     En los exámenes de la vida responde con la Segunda Venida.

4.     Evasión y victoria: Cristo viene.

5.     Democratiza la Segunda Venida ya.

6.     Elige, compara y si no existe doctrina mejor: espéralo.

7.     El cielo no puede esperar más.

8.     La Segunda Venida es la antesala de la eternidad.

9.     No hagas de la Segunda Venida un sudoku.

10.   Cristo, el Amado, al Espíritu y a la Esposa: ¡Vuelvo en breve! ¡KDMS!  

11.   Atención. Oferta celestial. Vueling angelical. Destino: Jerusalén aeternitas.

12.   Actualiza tu mensaje: Cristo viene.

13.   Sms: SOS. ¡Ven, Señor Jesús!

14.  Escucha el sonido de la trompeta en los auriculares de tu mp3.

15.  ¡Qué felicidad! La Venida derroca al General del mal!

16.  ¡Advertid, adventistas, el segundo advenimiento!

17.  Tu pueblo puebla la Espera.

18.  Encuéntrate a ti mismo en el definitivo Encuentro.

19.  Espera hoy, y no desesperarás mañana.

20.  ¡Cristo en breve! No os distraigáis con los anuncios.

21.  ¡Volvemos enseguida! El Señor del tiempo.

22.  La Segunda Venida es Terminator y Revolution.

23.  Canta la calle a ritmo de Shakira la Shekina.

24.  Clamo la Venida por las avenidas y plazas.

25.  Más esperanza contra la tardanza.

26.  Más escatología en la ideología.

27.  Cada relámpago me recuerda que puede ser hoy.

28.  Cada Arco iris es un adoquín contra el todo sigue igual.

29.  Cada Arco iris es un adoquín contra el mal.

30.   Esperé, vi, vencí.

31.  Esperar o desesperar. Esa es la cuestión  

32.  Sueña lo posible. Sube en nubes de imaginación hacia su encuentro.

33.  ¡Al loro, joven, que no estemos tan mal! Pronto aparecerá la Estrella de la mañana en elhorizonte de Orión.    

34.  Ahora solo permanecen la fe, la Espera y el amor.

35.  ¡Vuelve a casa, vuelve en gloria, poder, y majestad!

36.  La Segunda Venida es la chispa de la vida.

37.  La vida es esperar.

Esperar es confiar en la Venida.

38.  Spectrum es a Café Hispano, lo que la Segunda Venida al adventista cristiano.

39.  Pensar juntos, esperar juntos.

40.  Cada acción de Dios aproxima la Venida.

41.  Nuestra Espera solo tiene sentido por los que desesperan.

42.  Recuerden todo lo prometido. Comiencen a esperar.

43.  Consuma más, esperará menos.

44.  La poesía está en el Cantar de los Cantares de la Venida.

45.  ¿Y tú de quién eres? Yo del Cristo que viene.

46.  Sean realistas y pidan lo posible: su pronto retorno.

47.  Una espera que se estanca es una espera putrefacta.

48.  Aprended a cantar himnos de la Venida.

49.  La libertad es la conciencia de la Segunda Venida.

50.  Haz de la espera activa tu hedonismo, tu kantismo y tu cristianismo.   

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