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JUSTIFICACIÓN POR LA FE

(Traducido por Carlos Enrique Espinosa)

 El título del estudio de esta semana me parece algo interesante: Jesús nunca usó el término “justificación” y la Biblia nunca usa el término “justificación por la fe sola”.

Pero Jesús, sin duda, habló claramente acerca de cómo los pecadores pueden convertirse para estar bien con él.  Cuántas veces Jesús destacó: “Si obedecen mis enseñanzas, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad y la verdad os hará libres. . . . Osestoy diciendo la verdad: todo el que peca es esclavo del pecado.  Si el Hijo los libera, entonces seréis realmente libres” (Juan 8:31, 34-36, GNB).

Martín Lutero fue el osado que insertó la palabra “sola” en su traducción al alemán del texto griego, lo que ha causado discusiones teológicas hasta el día de hoy. Yo apoyo con fuerza lo que él estaba tratando de hacer: En un tiempo en que la mayoría de miembros de la iglesia creía que su vida futura dependía de los ritos sacerdotales, desde el nacimiento a la muerte, Lutero atacó esa niebla sombría repitiendo el sencillo evangelio del Nuevo Testamento –”acabemos con toda esta acumulación papal, nos reconciliamos con Dios por la fe sola”.

En esa simple pero profunda frase estriba la diferencia entre todas esas voces maravillosamente sinceras que señalan que tenemos que hacer un cúmulo de cosas para llamar la atención de Dios y su aprobación, y esas otras voces igualmente sinceras que hacen eco de las palabras claras e inequívocas: “el justo [el que está bien con Dios] por la fe vivirá”.

Por supuesto, no es realmente así de simple.  ¡Sólo demos una mirada a los cientos de voces contradictorias que hoy están proclamando lo que “ellos” quieren decir con “el justo vivirá por la fe!”

Aunque rara vez nos demos cuenta, el tema es realmente el significado de la “fe”, porque éste parece ser el control de su definición de la “justificación”.

Suelo leer y releer 1 Pedro, capítulo 1 —pocos pasajes de la Biblia son más personales o más claros sobre el significado del conflicto de los siglos.  En el versículo 5 Pedro nos da el secreto a voces que todo niño y niña puede entender: “Somos guardados por el poder de Dios mediante la fe”.  Esta es la fórmula que ha sacado a muchos hombres y mujeres de la cuneta de la vida, que tiene unidas a las familias cuando ocurre una tragedia  –todo tipo de tragedias, y de la decepción y el terror.  Pero los hombres y las mujeres que escuchan son “guardados por el poder de Dios mediante la fe”.

¿Qué es eso llamado “fe”?  La fe es la apreciación del corazón, pero es más que eso.  La fe es la forma en que decimos gracias a la misericordia de Dios.  La fe tiene dos manos, da gracias por el perdón y da gracias por el poder.  La fe sabe que separar estas dos manos es la manera como Satanás trata de confundir a la iglesia.

 De todas las personas, Pedro sabe que seguir a Jesús no es tan fácil como tener un día de campo (vs. 7).  La fe es más que poesía. Ya no es el pescador maledicente, o el discípulo asustado que fue avergonzado por una chica que lo reconoció como un seguidor del Jesús condenado.  Si es “auténtica”, la fe produce cambios en los hombres y mujeres, (v. 7).  La fe genuina realmente conduce a la salvación, (v. 9).

En otras palabras, cuando unimos la “fe” con la “justificación”, ¡estamos uniendo una experiencia única, profunda y personal con Dios y ese acto singular suyo que llamamos “la salvación”!

Podríamos ver todo esto más claramente si algunas de nuestras Biblias en Inglés tradujeran correctamente la palabra griega pistis.  La mayoría de las traducciones/ versiones/ paráfrasis en inglés utilizan las palabras “creer”, o “creyendo”, pero sería mucho más útil si utilizaran “fe” o “tener fe”.

La fe es más que creer y aceptar el hecho de que Jesús murió en la cruz, y que vendrá otra vez.  Satanás también cree.  Pedro nos dice que la “fe verdadera” es poder.  Pablo cita esta buena noticia de lo que Dios hace por nosotros: “Porque el evangelio revela cómo Dios pone a las personas en la buena consigo mismo: es por la fe de principio a fin.  Como dice la Escritura: ‘La persona que está bien con Dios, vivirá por la fe’.” (Romanos 1:17).

Pablo es increíblemente claro y consistente: “Dios pone a las personas bien a través de su fe en Jesucristo. . . . Peropor el don de la gracia de Dios se ponen todos bien con él por medio de Cristo Jesús, que los libera. . . . De este modo, Dios muestra que pone bien a todos los que creen [tienen fe] en Jesús. . . . Su fe [de Abraham] lo llenó de poder, y dio gloria a Dios.  Estaba absolutamente seguro de que Dios sería capaz de hacer todo lo que había prometido.  Es por eso que Abraham, a través de la fe, fue aceptado como justo por Dios”. (Rom. 3:22-24, 26; Rom. 4:20).

Estoy muy contento de que la teología cristiana no sea un resumen de teoremas filosóficos.  Más bien, es un resumen de las acciones que tienen lugar entre el Creador/Padre Celestial y sus hijos –los que han dejado el hogar y los que han oído la campana de la nostalgia.

Nuestro Padre Celestial no negocia ni actúa como algunos jueces terrenales.  No, Él no juega a los juegos legales.  En la justicia/justificación por la fe, Jesús viene a reparar lo que se había roto, a restaurar lo que había sido separado.

La fe es esa conexión con Dios que permite que nos dé poder sobre todas las tentaciones, no sólo sobre algunas tentaciones, sino sobre todas ellas, las interiores y las externas.  La fe es simplemente decir “sí” a todo lo que Dios significa en nuestras vidas.  La fe describe nuestra respuesta a la gracia de Dios.

La fe es la palabra que ha dividido a todos los grupos de la iglesia, desde los tiempos del Nuevo Testamento.  Entender la palabra “fe” rectamentepuede curas las amistades rotas.   Esta es la fe que Juan describe en Apocalipsis 14:12: “Aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.  Lo que mantuvo a Jesús lejos de pecar, nos mantendrá a ti y a mí lejos del pecado.  Pedro lo llama “el poder de Dios mediante la fe”.

Para decirlo de otro modo, ¿Cuál es nuestra única respuesta posible a todas las “buenas noticias”?  Tanto Pedro como Pablo dicen que una palabra, la “fe”, es nuestra mejor y única manera de agradecer a Dios.  Para encontrar la paz prometida y la alegría ahora, y la vida eterna cuando Jesús vuelva.

La fe genuina, simplemente, refleja el espíritu y las decisiones de Jesús.  Y, como dice Pablo, eso es todo lo que se necesita para “ponernos bien y estar bien con Dios” (la justificación por la fe).

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