Columna: Mi Abuela Me Enseño a Orar

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En esta mi primera columna en Café Hispano, Spectrum, la dedico a introducir aspectos de mi ser como creyente y seguidor de la fe de los santos de los últimos días, miembro del remanente de Dios, obediente de la ley y de los profetas a mi abuela la espiritista. Ella me enseño las primeras lecciones teológicas que aprendí en mi vida y lo hizo a través de una oración sencilla y corta pero preñada de significados teológicos y bíblicos. Es mi objetivo promover un antiguo método didáctico–la memorización (aunque sea de cortos, versos, poemas u oraciones).

Crecí en un hogar espiritista Católico Apostólico y Romano. La mezcla de estos elementos teológicos no es sorpresiva, tanto los Católicos como los espiritistas creen en la inmortalidad del ‘alma’. En Puerto Rico es una mezcla común y corriente. Bueno la idea es que se sostienen mutuamente. De hecho la veneración de santos esta basada en espiritismo, ‘espíritus avanzados’ que intervienen en las vidas de los humanos después de muertos.

¡Suficiente de espiritismo! En otra ocasión hablaremos de esto. Hoy deseo hablar de la oración que mi abuela me enseño a orar, la abuela que era médium espiritista.

Esta oración la decía cada noche antes de dormir. Desde niño aprendí la importancia de conversar con Dios. Esta oración me dio mis primeras lecciones de teología sistemática y ortodoxia cristiana, mi maestra fue mi abuela espiritista.

Sentía que Dios me escuchaba y me enviaba su ángel para cuidarme. Aun de niño el mundo era un lugar incierto. Mis padres se divorciaron cuando tenia solo siete años. La oración de cuidado me daba seguridad y esperanza de que el mañana seria mejor. Mis padres se casaron por segunda vez (si, el uno con el otro). ¡Para luego volver a divorciarse por segunda vez! El primer divorcio fue sin causa ni efecto, mi padre dijo un día–"Me voy a divorciar." Al otro día trajo los papeles y para el tercer día estaba fuera de la casa.

El primer divorcio duro como dos años y apareció un día y dijo–"Me quiero casar de nuevo." Al segundo día llego el juez de paz y ya al tercero estaba durmiendo en casa. La segunda separación fue por causa de la nueva afiliación que mi hermano mayor, mi hermana del medio, mi madre y yo decidimos seguir. Nos convertimos al Adventismo del Séptimo Día. Esta acción para mi padre era razón para castigar, matar si es necesario, y para divorciarse. De esto también hablare mas adelante. Hoy hablamos de la oración.

En Google la oración del 'ángel de la guarda' aparece 327 veces, en once Blogs y en seis vídeos de YouTube. ¡No soy el único que la aprendió de niño! Lo que mas me gustaba y aun disfruto de esta oración es la seguridad que ofrece. Al mismo tiempo que la oración reconoce la realidad de la fragilidad humana también reclama el poder de protección que solo Dios puede conceder. En la Biblia encuentro semejante realidad humana.

Al mismo tiempo que la Biblia ofrece sabiduría y conexión con Dios reconoce abiertamente la fragilidad humana. Los Salmos están llenos de oraciones donde la fragilidad humana es tema central. Uno de los Salmos que muestra de manera mas chocante la fragilidad humana es el Salmo 137:7-9 (Nueva Versión Internacional).

La Biblia no es un libro inocente, es decir un libro sin la malicia y carente de manifestaciones de la maldad humana. Por el contrario la Biblia presenta inclusive a los hijos e hijas mas fieles de Dios como seres débiles y muchos con acciones repulsivas e ideas intolerantes. El resultado de miles de años de pecado y la consecuencia de pensamientos, acciones e ideas repulsivas están pasmados en el registro bíblico. La Biblia es testigo abierto de las consecuencias del pecado.

La Biblia no esconde la realidad de los resultados del pecado y de los sentimientos de venganza, triunfo, dolor, alegría, desaliento, esperanza, amor y odio que los humanos experimentamos a diario. Estos sentimientos los proyectamos a Dios. Hay quienes piensan que Dios no interviene en tantas cosas como los humanos pretendemos, creen en un Dios mas distante.

¿Como es tu Dios? ¿Es el Dios del Salmo 137:7-9? ¿Un Dios que escucha y cumple los deseos de venganza, incluyendo estrellar los bebes de los enemigos sobre las rocas? La Biblia no esconde el sufrimiento que experimentan los escogidos hijas e hijos de Dios. Por esta razón es que también la Biblia comparte los sentimientos de venganza que ellos experimentan. Sobre los enemigos del pueblo de Dios se declara–"¡Dichoso el que agarre a tus pequeños y los estrelle contra las rocas!" ¿Como es tu Dios?

Como niño oraba las palabras de la oración del ángel de la guarda. Espera ser protegido por Dios y guardado del mal. Pero yo sabia que esto no siempre pasaba, a menudo lo malo ocurría a mi y a los que yo amaba. Como niño aprendí el poder del pecado y de las consecuencias del pecado.

La dulzura de la esperanza que se experimenta al pensar que tenemos acceso al Ángel de la Guarda es única. La declaración es inequívoca, este ángel esta en mi compañía. No es que tal vez estará sino que esta sin lugar a dudas.

Siendo que el ángel esta conmigo hoy… ¿Seguirá conmigo mañana?

La noche es el tiempo de oscuridad (es decir en la mayor parte del globo aunque no en todos lugares en todo el tiempo). Para mi como niño la oscuridad de la noche representaba un desafío. ¿Saldrá el cuco esta noche? No es por casualidad que la mitológica figura del Chupa Cabras naciera en Puerto Rico. La noche puertorriqueña esta llena de figuras mitológicas como La Llorona, El Cuco, espíritus de muertos, Satanás, espíritus en pena, animas del purgatorio, brujas, la loca, el loco, y el mas reciente en el Partenón de miedo–El Chupa Cabras.

Posesión, dominio, proximidad, accesibilidad; son todas las características que se demuestran en la simple frase posesiva–

Esta frase tan reveladora esta en el posesivo, la única manera de expresar la certeza buscada por el escucha/lector de la oración. Nos unimos al Ángel de la Guarda de manera personal y posesiva. La dulzura del diminutivo en Castellano es poderosa–Angelito mío. El que no pueda declarar esta sentencia vive en el mundo angustiado de incertidumbre. Los humanos dependemos de Dios para tener cierto grado de seguridad. "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente" (Salmo 91:1, Reina-Valera, 1995). La proximidad con Dios aseguro mi corazón de niño de que todo estaría bien en la vida, mientras hiciera la oración que me encomendaba a Dios. El que habita con Dios no tiene que temer, este habitar ocurre al clamar a Dios. Como niño aprendí de mi abuela, la espiritista, a clamar a Dios, todavía clamo, creo y confío.

La ultima sentencia de la oración contiene elementos escatológicos. Los que son desamparados por Dios no tendrán futuro. Esta es la visión de Juan el Revelador "Los reyes de la tierra, los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, todo esclavo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, y decían a los montes y a las peñas: «Caed sobre nosotros y escondednos[p] del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero, porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?»" (Apocalipsis 6:15-17, Reina-Valera, 1995).

Mi esperanza esta en el enviado de Dios a esta tierra para ser mi salvador, el se les presento a los veterotestamentarios patriarcas (Abraham por ejemplo, ver por ejemplo "Ángel del Señor" Génesis 22:11). A este ángel le oraba yo desde niño, al mismo Jesús, intercesor entre Dios y hombres.

A veces tememos enseñar oraciones de memoria, estas en si mismas son una buena ayuda didáctica, especialmente a los niños que están empezando leer y escribir, o aun empezando a hablar. Recitar de memoria es una buena herramienta para la vida espiritual. Dedico esta, mi primera escritura para esta columna de Café Hispano en el medio de la red de informática a la antigua practica de memorización. Les recomiendo a los lectores ejercitar sus memorias y aprender, enseñar y utilizar las ventajas ofrecida por una oración antigua, la oración al Ángel de la Guarda que me enseño mi abuela, la espiritista quien me dio mis primeras lecciones teológicas. ¡Gracias Mama (como le llamaba a ella)! ¡Gracias Doña Ana (como le llamaban los demás)! No me he olvidado de estas lecciones básicas y fundamentales y todavía vivo por ellas.

Johnny Ramirez-Johnson enseña religión en la Universidad de Loma Linda en California, EE.UU.