Secretismo y manipulación en la pasada conferencia sobre Biblia y Ciencia
Parece que dos especies de grillos machos en Hawai han desarrollado una incapacidad para cantar para poder escapar de las moscas asesinas. Cuando leí acerca de su situación en el sitio web de la BBC bajo el titular “Los grillos de dos lugares se callan para sobrevivir” me hizo pensar en los científicos adventistas. Si bien siempre ha sido difícil para ellos hablar sobre la evolución en nuestra cultura adventista basada en la creación, la reciente Conferencia Internacional sobre la Biblia y la Ciencia en St. George, Utah, parece haber llevado la conversación a un fin estrepitoso. Para sobrevivir como miembro de la Iglesia Adventista, no habrá cantos acerca de la evolución.
¿Cómo hemos llegado a este punto de no ser capaces de hablar el uno con el otro de algo que significa tanto?
Hace diez años se llevaron a cabo una serie de conferencias en Utah y Colorado, patrocinadas por el Instituto de Investigaciones en Geociencia ubicado en Loma Linda que permitieron iniciar una conversación significativa acerca de la fe y la ciencia. La conferencia de 2003, en particular, incluyó una amplia variedad de voces en paneles, presentaciones y respuestas. Fue un momento emocionante ver tal número de científicos y teólogos que se unieron para explorar ideas.
Al año siguiente, en 2004, hubo un fuerte impulso conservador en la reunión para cambiar la creencia fundamental nº 6 de nuestra iglesia. El vívido recuerdo que tengo de esa conferencia es el entonces presidente Jan Paulsen abordando a la asamblea y diciendo: “Ustedes no están aquí para cambiar las creencias fundamentales. Eso no es para lo que se han reunido. “(Por lo menos, así lo recuerdo.)
Pero la presión para cambiar la creencia continuó y llegó a la última sesión de la Asociación General. El Consejo de Fe y Ciencia de la Asociación General se formó después de la reunión de Colorado en el 2004 y desde entonces ha sido el patrocinador de eventos sobre la Creación: como los que han tenido lugar en la última sesión de la Asociación General, en las oficinas de la Asociación General, en Maryland, en Loma Linda, en Andrews, en Australia, en Papua Nueva Guinea, en Puerto Rico. Y luego este año en St. George, Utah. Estos eventos tienen el propósito de mostrar la creación, de inspirar. Son eventos evangelísticos sobre la creación.
Lo que sorprendió a los académicos que fueron invitados a Utah este año fue el secretismo que envolvió a los artículos científicos que se presentaron. Un científico que asistió dijo:
“Los materiales de la conferencia se publicaron en un sitio web, y a todos se nos dio una contraseña para acceder a ellos. También nos dijeron que no lo compartiéramos. No dieron ninguna razón para el secretismo a excepción de que un par de presentaciones incluían material inédito que no debe ser compartido hasta que sea publicado. Pero no había otra razón para dicho secretismo. Luego se supo que alguien había publicado material algo inflamatorio sobre la conferencia.
Tim Standish, del Instituto de Investigaciones en Geociencia, nos dijo: “Todos ustedes han prometido no compartir esto por lo que quien haya hecho esto ha actuado deshonestamente – ha mentido. Vamos a darles una nueva contraseña y no queremos que filtren o compartan esta información con nadie más. ” Yo realmente no veo ninguna necesidad para dicho secretismo. Si las presentaciones eran apropiadas para nosotros, ¿por qué no iban a ser apropiados para toda la iglesia?”
La pregunta es buena, teniendo en cuenta que la primera recomendación que figura en la resolución votada al final de la conferencia es la necesidad de desarrollar materiales acerca de la creación de una amplia difusión.
El secretismo también rodeó el desarrollo de dicha resolución. Los primeros borradores llevaron advertencias en la parte superior e inferior, “Este proyecto de documento no debe ser compartido con nadie más que los miembros de la comisión que lo redactó.” En el transcurso de la sesión, el documento de una página creció a dos. Las declaraciones se hicieron más y más específicas. Así, la frase:
“Afirmamos un ambiente de honestidad intelectual, donde se presentan las teorías que compiten en relación con los orígenes y éstas se discuten abiertamente.”
Se transformó en:
“Afirmamos la necesidad de un ambiente intelectual en el que se presenten las teorías que compiten acerca de los orígenes y sean abiertamente discutidas en el contexto de una cosmovisión bíblica. Nos comprometemos con la enseñanza y la promoción de la comprensión bíblica de los orígenes en nuestros roles profesionales como educadores adventistas.”
Una nueva frase también se agregó:
“Entendemos que el propósito de la educación adventista del Séptimo Día es restaurar en el ser humano la imagen del Creador y que este objetivo tiene implicaciones para el currículo de educación e instrucción; la estructuración de las relaciones humanas, incluyendo el matrimonio divinamente ordenado; y el cuidado de la tierra.”
Al final de la conferencia cuando la declaración final fue votada, algunos de los asistentes estaban descontentos con el proceso, con la sensación de haber sido manipulados, utilizados como decorado. Esta es la reacción de un administrador presente:
“La principal lección que me llevé a casa fue que, si usted está trabajando por una causa conservadora, el procedimiento puede ser abreviado, incluso en público. Dicho de otra manera, si se está trabajando para hacer “la voluntad conservadora de Dios,” el fin justifica los medios. Hago este comentario en respuesta directa al proceso público de crear y votar la resolución final. Nunca antes he visto a los líderes de la iglesia iniciar un proceso para obtener la colaboración de los asistentes en la elaboración de un documento para terminar, en el último minuto, cambiando palabras por otras más acordes con su pensar y seguir un plan orquestado para limitar la discusión y el debate, volver a pedir el voto, y restar toda la importancia a aquellos que votaron “No!”
He estado en la Iglesia Adventista mucho tiempo y he tenido ocasión de conocer un buen número de líderes de la Asociación General. Y los encontré, en su mayor parte, buenos y honorables, de mente amplia, incluso personas nobles, respetuosas de las opiniones de otros y de los procesos. Los que condujeron esta conferencia se demostraron a sí mismos ser de un calibre mucho menor que los que les han precedido. Ellos se revelaron como ideólogos de mente estrecha que no supieron estar por encima de la manipulación con tal de obtener el tipo de documento que querían. Y a pesar de que se comprometieron a que la resolución no sería utilizada para fines distintos al de servir como un informe al Consejo Anual, estoy totalmente convencido de que el documento aparecerá como soporte para sus intereses fundamentalistas. Cuando eso suceda, ellos demostrarán ser poco sinceros por decirlo suavemente.”
El añadido del cuidado del planeta a la declaración final es un reflejo de las presentaciones y del trabajo realizado durante el congreso, y del entusiasmo que por ampliar el debate adventista sobre la creación. Pero la frase sobre el “matrimonio ordenado por Dios,” nunca fue parte de la discusión. “Durante los primeros borradores del documento, no hubo ninguna mención del ” matrimonio ordenado por Dios “, dijo un participante,” pero en la versión final que fue votada y publicada en la Adventist Review, se insertó esa declaración. No estoy seguro de quién lo puso ni por qué, ya que nunca fue un tema de discusión durante la conferencia “.
Para encontrar la resolución votada, hay que ir a la nota publicada en la Adventist Review el 26 de agosto. El documento se encuentra en el sitio web de dicha revista, y no en la del Consejo de Fe y Ciencia. [Por lo menos, a fecha de 9 de septiembre de 2014, cuando esta información fue originalmente publicada en inglés.]
Con las declaraciones sonadas del Presidente de la Asociación General repudiando cualquier adventista que crea en la evolución, los asistentes a la conferencia han sido muy reacios a decir nada – sin importar si creen en la evolución o la creación. Uno de los asistentes reconoció: “Esto es noticia: el hecho de que nadie quiere su nombre asociado a sus propios comentarios. Nos encontramos en un momento en que un versículo de Amós encaja bien: Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. “Amos 5:13 (RV1909)”.
En nuestras conversaciones con los profesores y administradores de cinco colegios adventistas, sólo una persona estuvo dispuesta a hablar oficialmente.
Sin embargo, las conversaciones fueron perspicaces. Nos enteramos de que se hizo una presentación muy bien argumentada sobre por qué el darwinismo está siendo hoy fuertemente cuestionado.También aprendimos que la historia se repite. Uno de los asistentes dijo:
“Antes de la conferencia, leí con cuidado un poco de literatura sobre cómo tres debates – (1) Copérnico, Galileo y el Sistema Solar, (2) Newton, el universo mecánico y deísmo; y (3) Darwin y los orígenes biológicos de la Humanidad – han desafiado las creencias cristianas tradicionales. Me llamó la atención la similitud del lenguaje de los científicos y teólogos adventistas con el lenguaje de los funcionarios de la iglesia durante la controversia con Galileo. Así como los teólogos de la Iglesia Católica condenaron los descubrimientos científicos de Galileo sobre la base de una interpretación literal de las Escrituras, del mismo modo muchos teólogos y científicos adventistas parecen estar condenando a muchos de los descubrimientos científicos modernos sobre la base de una interpretación literal de las Escrituras. Fue interesante notar las similitudes. La historia se repite en verdad!”
El Dr. Zane Yi, profesor asistente de religión, de la Universidad Loma Linda, dijo:
“Me gusta pensar en la conferencia como el inicio de una investigación y conversación internacional para nuestra iglesia. Debido a la complejidad y la variedad de temas que fueron abordados, realmente necesitamos más tiempo, no sólo para reflexionar sobre las presentaciones, sino también para aprender sobre la diversidad de opiniones que existen en el adventismo y el amplio mundo de la erudición cristiana. Nos obsequiaron con una perspectiva y ahora necesitamos escuchar y considerar a los demás antes de sacar conclusiones definitivas. Estamos haciendo eso con el tema de la ordenación de las mujeres y los temas que se abordaron en la conferencia son igual de importantes”.
¿Está interesado el Consejo de Fe y Ciencia en continuar con la conversación? ¿Qué tipo de conversación puede tener lugar cuando las personas no pueden hablar abiertamente y honestamente, sin temor a las represalias?
Tras las palabras de apertura del presidente Wilson, un teólogo adventista comentó: “No tenemos un problema de unidad, tenemos un problema de confianza.” ¿Volveremos a ser capaces de confiar en los demás en el contexto de una conversación acerca de los orígenes?
¿Podemos acabar con el silencio en el que nuestros científicos viven ahora?
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Imagen: El grillo de alas planas silencioso.
