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“El cuidado de la Creación ¿o su descuido?” La colisión (¿o cooperación?) de la evangelización, la compasión, el medio ambiente y el Apocalipsis

 

La lección de esta semana, acerca de Dios y el cuidado de la creación, se enfrenta con un complejo conjunto de enigmas teológicos y sociológicos.  Nuestro compromiso con la proclamación del evangelio, la anticipación de la venida de Cristo, y la comprensión teológica de la destrucción de nuestro mundo en el juicio final, chocan con la expresión del carácter de Dios en su creación y nuestra responsabilidad en el cuidado del medio ambiente y la humanidad.

Para dar forma a la conversación, vamos a considerar cuatro puntos de vista bíblicos, algunas declaraciones oficiales de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, y las Creencias Fundamentales.  Además, vamos a examinar los impactos de la población mundial en la interacción con el clima y el medio ambiente, que presentan dilemas éticos y misionológicos en relación con el cuidado de la creación y el cambio climático.

Cuatro perspectivas bíblicas

1) Creemos que Dios creó el mundo, que su actividad era buena, que la humanidad debía ser fecunda, multiplicarse y “someter la tierra”, una acción moderada por el mandato divino (Génesis 2:15) de cultivar, preservar y proteger el Edén.[i]  También estamos de acuerdo en que “la tierra es del Señor y todo lo que ella contiene, el mundo, y los que moran en ella”.

2) Sostenemos que el mundo sufrió los efectos del pecado, lo que resulta en la imperfección de la naturaleza, la pérdida de la fertilidad agrícola y una mayor dificultad en el mantenimiento de la existencia humana.  En el Génesis, la pecaminosidad humana trajo como resultado el impacto catastrófico del Diluvio.  Se puede argumentar que la maldad humana sigue causando la degradación de nuestro mundo natural.

3) Teniendo en cuenta las profecías de Cristo sobre los últimos tiempos en Mateo 24 y 28, estamos llamados a predicar el Evangelio.  También se nos advierte en Mateo 25 que atendamos a las naciones –con el suministro de alimentos, agua, ropa y refugio a los que predicamos el Evangelio, mientras esperamos que venga Cristo y el juicio final de Dios.  Uno podría asumir que vamos a centrar los esfuerzos misioneros en la gente, haciendo caso omiso de la participación humana en la corrupción de la creación, ya que, en última instancia, todo será incinerado por la ira ardiente de Dios.

4) Una perspectiva que no es tratada en el cuarto trimestre, y que no se puede ignorar, se relaciona directamente con el cuidado de la creación y el juicio final.  En el sonido de la séptima trompeta de Apocalipsis 11, el pronunciamiento del juicio de Dios y del derramamiento de su ira incluye la declaración: “ha llegado el momento de destruir a los que destruyen la tierra.”  La adoración de los 24 ancianos proclama el juicio no sólo contra los que persiguen a los santos de Dios, sino también contra aquellos que han destruido la creación de Dios.

Declaraciones Oficiales de la AG y Creencias Fundamentales de los ASD

La Iglesia Adventista del Séptimo emitió cuatro declaraciones oficiales de GC Exec / ADCOM, durante 1992-1996, en relación con el medio ambiente y el cambio climático.  En resumen, con respecto a las dos primeras perspectivas bíblicas –de cuidar la creación de Dios, y la degradación del mundo debido al pecado—  las declaraciones exigen progresivamente el cuidado del medio ambiente como creación de Dios, culpando a la codicia humana, el consumismo y los residuos contaminantes como consecuencias del pecado que han llevado a los cambios ambientales.

Estas declaraciones toman en cuenta los impactos sobre el medio ambiente –aumento de las sequías, inundaciones, y los niveles elevados de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (C02) que “son el resultado de la actividad humana”.  Hacen un llamado para un desarrollo sostenible que reconozca el llamado bíblico a ejercer la mayordomía del medio ambiente.  También hacen un llamamiento a los gobiernos del mundo y a las sociedades en general a tomar medidas para contrarrestar el calentamiento global.  Sin embargo, en estas declaraciones la injerencia de la iglesia no está tan clara como participante en la mitigación del cambio climático.

Durante los últimos 16 años, la iglesia no ha vuelto a abordar oficialmente estas cuestiones, a pesar de que la demografía mundial y la de la Iglesia Adventista, así como el clima global, han cambiado dramáticamente desde que estas declaraciones fueron votadas.

Podría ser necesaria una actualización de las declaraciones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, a la luz de los siguientes puntos:

Población Mundial: oportunidad misionera y enigma del medio ambiente

La humanidad ha sido fiel al mandato divino: “Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra”.  Sin embargo, este mandamiento se produjo cuando el mundo estaba desprovisto de población.  Hoy en día, nuestro planeta es radicalmente diferente al Edén o al mundo post-diluviano.

La población mundial se estimó en mil millones en 1804, y en más de dos mil millones en 1930.  Desde entonces, la población mundial se ha más que triplicado.  Entre 1996 –cuando se emitió la última declaración de la AG sobre el clima—  y 2012, otros mil doscientos millones de personas se sumaron al mundo, igual a la población de la India.  La población mundial en 2012 es de aproximadamente 7 mil millones, y se proyecta que llegará a 9.300 millones para el año 2050, “otras dos Indias más” en los próximos 38 años.

El aumento de la población produce impactos climáticos

El aumento de la población pone una enorme presión sobre el suministro de alimentos, agua, vivienda, y energía para la creciente urbanización.  Además, frustra los esfuerzos para mejorar los niveles de vida en las zonas de mayor crecimiento de la población, principalmente en Centro y Sudamérica, África y Asia meridional.  Por ejemplo, en 2011 casi 1.300 millones de personas no tenían acceso a la electricidad, y 2.700 millones no tienen acceso a combustibles limpios para cocinar, dependiendo de la madera o el carbón, que son los principales contaminantes.  Aproximadamente 1.400 millones viven por debajo del umbral de la pobreza extrema mundial, y 840 millones viven con hambre, dando lugar a la desnutrición y la muerte.

La demografía de los miembros de la iglesia define claramente sus intereses en estos asuntos.  De sus 17.200.000 miembros, el 90 por ciento reside en los países emergentes o en desarrollo.  La mayoría vive en áreas en necesidad de un desarrollo económico sostenido, y carecen de alimentos suficientes, agua, vivienda—  por no hablar de la estabilidad social.  La mayoría de los adventistas viven en países en mayor riesgo por el cambio climático –que significa un impacto negativo sobre la estabilidad social y el desarrollo económico.

El reto es cómo establecer un crecimiento de la población mundial en formas que se respeten los derechos humanos y la dignidad de las personas.  Desde una perspectiva cristiana, esto significa tratar a cada persona como hijo de Dios.  Desde una perspectiva adventista, esto incluye el apoyo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, tal como lo ha hecho la IASD desde su promulgación, según ella misma lo asegura.  No sólo interesa la libertad religiosa, sino también la mejora económica y social, y la estabilidad.  Significa honrar nuestro compromiso denominacional con el alivio de la pobreza mundial, tal como se especifica en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, lo que oficialmente declaramos que forma parte de nuestra “responsabilidad social cristiana”.

Sin embargo, alcanzar estas metas choca con la minimización del impacto del cambio climático global.

Cambio Climático: El cambio de los factores ambientales con extremos más abruptos

Si bien la existencia del cambio climático puede ser discutible para algunos, el impacto global del clima observado por los científicos es evidente, preocupante.  Exige atención urgente y la respuesta de la comunidad mundial, así como de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Nuestro mundo está experimentando aumentos sin precedentes en dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) en la atmósfera, los cuales contribuyen al cambio climático global.  Las concentraciones de CO2 medidas en el Observatorio de Mauna Loa se han incrementado un 24 por ciento desde 1959 hasta 2012.  El metano, un gas muy potente que afecta el cambio, ha aumentado un 15 por ciento desde 1983 hasta 2010.  El hollín en la atmósfera está aumentando, afectando el calentamiento y derritiendo la capa de hielo de Groenlandia.  El CO2, el CH4 y el hollín son elementos clave que han elevado la temperatura del planeta según lo documentado por fuentes gubernamentales y privadas.  En respuesta a esto, el 16 de febrero los EE.UU. anunciaron financiamiento para los esfuerzos mundiales para reducir el metano y el hollín.

El resultante aumento de la temperatura es la causa de los fenómenos climáticos extremos que se experimentan en todo el mundo,  tal como se documenta mensual y anualmente en el NOAA, en el Análisis del Estado Climático Global, y en los Informes de Riesgos Globales.

Los costes de propiedad y de vidas humanas han sido elevados y crecientes.  En 2011, el clima y otros desastres naturales han causado pérdidas directas estimadas en US$ 380 mil millones a nivel mundial.  En 2011, los EE.UU. experimentaron su mayor número de desastres declarados (99), y más de mil millones de dólares en pérdidas por desastres en un año (14), con los costos totales estimados en US$ 55 mil millones, continuando una tendencia al alza por las cada vez más frecuentes y más costosas catástrofes.  Durante el año 2011, el 90 por ciento de los condados de Estados Unidos tenía una declaración de desastre a partir del 30 de septiembre.  La misión e instituciones de la Iglesia Adventista del Séptimo Día se ven directamente afectadas por estos cambios climáticos.

Cambio Climático en el Ártico: Potencial de modificaciones  más rápidas y abruptas.

En las últimas dos décadas, el Ártico ha experimentado cambios más abruptos y significativos que los previstos en los modelos climáticos.  Como uno de los científicos del Ártico recientemente comentó: “En el Ártico, el futuro no lineal está aquí”.  En 2011 la extensión del hielo marino del Ártico alcanzó la segunda cota más baja en el registro de los satélites, y la masa de hielo del mar fue la más baja de la historia, quedando vulnerables para una reducción  aún mayor este año.  El resultado es una mayor temperatura en aguas abiertas del Ártico, lo que contribuye al aumento de las temperaturas superficiales del mar Ártico.  El aumento de las temperaturas y el hielo marino derretido aumentan el riesgo de mayores emisiones de metano, lo cual puede acelerar aún más el cambio climático.  Estos posibles cambios en el clima del Ártico tienen la capacidad potencial de producir efectos extremos sin precedentes a escala mundial en la historia humana reciente.

El aumento de los extremos climáticos: Interrupción de la ayuda y mayor necesidad de respuestas y prevención de desastres

El aumento de los extremos climáticos ha alterado la vida y el sustento de todo el mundo y llevará años de recuperación.  Los resultados de estos cambios climáticos rápidos son quizás los más sobresalientes en una serie de informes del Consejo Nacional de Inteligencia, que se anticipa a los impactos potenciales en las diversas regiones del mundo hasta el 2030.  En numerosos países se anticipan reducciones en la seguridad alimentaria y en el rendimiento de las cosechas debido al cambio climático.  En India, por ejemplo, se espera una disminución de la producción de cultivos tan alta como del 30% (en el caso del trigo) y China comparte preocupaciones similares por su incapacidad de satisfacer su demanda de alimentos sin importaciones significativas.

Consecuencias: Un resumen

El cambio climático tendrá un impacto negativo sobre la capacidad de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para apoyar la divulgación del Evangelio y mantener las instituciones de la iglesia.  Habrá un impacto negativo en los esfuerzos para mejorar las vidas de los miembros y de las comunidades globales en las que residen.  Estas poblaciones experimentarán un aumento del riesgo de la privación de los derechos humanos.  El impacto del clima sobre la producción de alimentos, que dispara una inflación en el precio de los mismos, es una amenaza real para nuestro trabajo en apoyo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para reducir la pobreza mundial.

Mientras que nuestra Iglesia anticipa la Segunda Venida de Cristo, estamos obligados bíblicamente a responder con cuidado y compasión tanto a los miembros de la iglesia como a la comunidad mundial.  El cuidado de la creación –la activa preocupación por el medio ambiente que sustenta la existencia humana—  está indisolublemente unido a nuestra auto-comprensión apocalíptica, teológica y misionológica, y al cumplimiento del propósito de la Iglesia.  El mundo ya no está tan centrado en “la codicia”, o en el despilfarro flagrante, que formaban parte del impulso para nuestras declaraciones oficiales anteriores, sino más bien en proporcionar las necesidades básicas para la supervivencia de la humanidad hasta que el Señor regrese.  El cambio climático, las dificultades de transporte, la escasez de vivienda, alimentos, agua y energía afectarán  nuestros esfuerzos misioneros, dañarán las iglesias y las instituciones, y serán perjudiciales para la difusión del evangelio.  En respuesta, la mitigación del cambio climático requiere el esfuerzo y compromiso global de nuestra Iglesia.

Termino con dos videos ilustrativos y tres preguntas:

http://video.msnbc.msn.com/nightly-news/46434446/#46434446

http://video.msnbc.msn.com/nightly-news/46434446/#46401100

1) ¿Es hora de que la Iglesia Adventista del Séptimo Día actualice oficialmente y reafirme su compromiso con el cuidado de la creación y el medio ambiente a la luz del cambio climático, mientras que promueve el desarrollo sustentable y la preservación los derechos humanos, y se esfuerza por reducir la pobreza mundial?

2) ¿Deberíamos nosotros como adventistas individuales, la AG, o ADRA, promover la participación confesional activa en ayudar al mundo a hacer frente a los impactos del cambio climático?

3) ¿Deberíamos despreocuparnos por el medio ambiente con peligro de ser juzgado como “destructores de la tierra” (Apocalipsis 11:18)?


[i]Génesis 1:26-28; Gén. 2:15.  Ver también la declaración de la Asociación General  Affirmation of Creation, Response to an Affirmation of Creation, and Statement on Creation: The Bible’s Worldviewhttp://www.adventist.org/beliefs/statements/index.html.  Declaraciones recientes de Rick Santorum, candidato a presidente se los EE.UU., presentan este punto de vista: “Fuimos puestos en este mundo como creaturas de Dios para dominar la Tierra, para usar sus recursos sabiamente y ser mayordomos sabios, pero para beneficio nuestro y no para beneficio de la Tierra”.  Agregó:  “Somos los seres inteligentes que sabemos cómo administrar las cosas, y por medio de la ciencia y sus descubrimientos, si podemos ser mejores mayordomos del medio ambient, entonces no deberíamos dejar que lkos caprichos de la naturaleza destruyan lo que hemos ayudado a crear” http://coloradoindependent.com/111924/santorum-and-gingrich-dismiss-climate-change-vow-to-dismantle-the-epa

 (Traducido por Carlos Enrique Espinosa)

 

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