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La lamprea sigue de actualidad

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Las lampreas no son precisamente los peces más mediáticos. Su aspecto serpentiforme y su boca circular, sin mandíbulas, son características importantes en ellos y no contribuyen a cambiar su imagen de “raras serpientes acuáticas”, aunque no sean reptiles.

Pero a pesar de su discreto, y poco apreciado aspecto, la paleontología les ha concedido una cierta relevancia. Se sabía que eran fósiles vivientes. El evolucionismo nos dirá que durante 360 millones de años han permanecido sin apenas cambios. Los millones de años son discutibles, pero la falta de cambio no lo es. Así lo muestran fósiles devónicos encontrados en el sur de África.1 Con todo, las lampreas se caracterizan por un desarrollo durante el cual pasan por una metamorfosis. ¿Ocurría lo mismo con las lampreas del pasado? De nuevo fósiles chinos nos desvelan secretos que llevan a poner en tela de juicio lo que el evolucionismo considera millones de años.

En el año 2006 fueron encontrados en estratos cretácicos de China, los fósiles de una lamprea denominada Mesomyzon mengae.2 Es una lamprea de pequeño tamaño pero de gran parecido con otras lampreas existentes en la actualidad.

El mismo equipo de investigadores que descubrió a Mesomyzon mengae ha encontrado y publicado recientemente en la revista PNAS las formas metamórficas de esta especie.3

Afirman los autores de esta investigación que el ciclo de metamorfosis de estos peces ya existía, tal y como se observa en la actualidad, en los estratos del inicio del Cretácico. De eso haría 125 millones de años, según la teoría de la evolución. En palabras de los investigadores que han llevado a cabo este descubrimiento: “Nuestros materiales, encontrados en depósitos de aguas dulces, muestran claramente que hace unos 125 millones de años las lampreas no solo fueron casi idénticas a sus contrapartidas morfológicas actuales, sino que también tenían un ciclo de vida muy similar, consistente en un estadio larvario, una metamorfosis, y un estadio adulto, excepto en que sus cuerpos eran más pequeños.”

De nuevo, el fósil viviente afianza su conexión con el tiempo presente. Tanto la complejidad morfológica, como la fisiológica y la genética, aproximan momentos temporales que el evolucionismo considera alejados por centenares de millones de años. Con el tiempo, el concepto de primitivismo, argüido por el evolucionismo, queda peor definido. Casos como el de las lampreas se acumulan y ya no son simples excepciones. La idea de una escala temporal para la vida en la tierra, menor a la mostrada por el evolucionismo, determinaría que la supuesta progresión de la complejidad de la vida no sería más que una diversificación. La alternativa temporal tendría que ser tomada en consideración, tal y como plantea el creacionismo.

 

Referencias

  1. Gess, R.W. Y otros. 2006. A lamprey from the Devonian period of South Africa. Nature 443: 981-984.

  2. Chang, M-m, y otros. 2006. A lamprey from the Cretaceous Jehol biota of China. Nature 441: 972-974.

  3. Chang, M-m, y otros. 2014. discovery of fossil lamprey larva from the Cretaceous reveals its three-phased life cycle. Proceedings of the National Academy of Sciences USA 111: 15486-15490.

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